Castilla y León
El cerco contra López progresa y cada vez más socialistas exigen su dimisión
Las agrupaciones locales de León y Burgos consideran que no basta con reconocer el error
La gestión llevada a cabo por parte de Óscar López en la moción de censura de Ponferrada, que ha culminado con la toma de posesión de Samuel Folgueral y la salida del Partido de todos los que eran sus concejales, sigue levantando ampollas. Ríos de polvora y de tinta. También en el PSOE. Y es que, el proceder del secretario federal de Organización y portavoz socialista en las Cortes de Castilla y León, ya era valorado en días previos por algun compañero de partido y escaño en las Cortes, como el procurador abulense Fernando Rodero, quien pidió su dimisión. Pero ayer las agrupaciones locales de las ciudades de Burgos y León se sumaban a lo que va convirtiéndose en clamor. Así, el secretario general de la agrupación municipal del PSOE de León, José Antonio Díez, apuntó directamente, en declaraciones a LA RAZÓN, a López como muñidor del espectáculo y exculpó del mismo al secretario autonómico Julio Villarrubia, a quien incluyó entre los «engañados». Igualmente, parafraseó al consejero portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, quien calificó de «fenómeno» a López, y tildó de «artistas» a quienes permitieron un desenlace, tras la que «en un ayuntamiento en el que llegamos a tener 21 de 25 concejales, ahora no tenemos ninguno».
De igual manera, Díez cargó contra el secretario provincial del Partido, Celestino Rodríguez, de cuya actuación para desalojar del Ayuntamiento ponferradino al PP, dijo que «parece más la de un becario» que la de un líder de «una provincia tan importante para el PSOE como ha sido históricamente». «Esta situación de Ponferrada tiene una trascendencia muy grande, porque habrá que buscar alguna manera de regresar a la interrelación con los ciudadanos», concretó.
En este contexto, manifestó que el respaldo a la decisión de Folgueral y los siete concejales que han abandonado las filas socialistas, «es una incoherencia que hace mucho daño» al partido, que «pierde credibilidad». Asimismo, consideró necesario que a la política se llegue «con un poquito más de bagaje, con más cultura democrática, con más ideología y sabiendo a qué se viene». Sobre las declaraciones de Celestino Rodríguez, quien apuntó en la tarde de ayer que no reclamará las actas de los ediles que han abandonado el partido, al haber quedado «zanjado» ese asunto, Díez indicó que «esa postura es incoherente si se compara con lo ocurrido en el Ayuntamiento de Valderas, donde inmediatamente salió a exigirlas».
De igual forma, la Ejecutiva local del PSOE de Burgos acordó pedir a la Federal que esta formación acepte la petición de dimisión de Óscar López, quien asumió el «grave error» de presentar una moción de censura en Ponferrada apoyada por un condenado sexual.
Más voces críticas
Luis Escribano ha sostenido que no entiende por qué la Ejecutiva federal no ha aceptado aún la renuncia de Óscar López, quien se ha reconocido responsable de lo ocurrido, informa la Agencia Ical.
Además, se ha mostrado «preocupado» por las «confusas y contradictorias» declaraciones de los dirigentes autonómicos del PSOE y ha criticado especialmente la postura del secretario general autonómico del Partido, Julio Villarrubia, a quien ha asegurado «no entender», cuando consideró que «estaba en contra pero lo aceptó».
Así, recordó que la Ejecutiva Local socialista ya envió un escrito a Villarrubia, el 28 de febrero, en el que se mostraban contrarios a sacar adelante la moción de censura en Ponferrada en esas condiciones.
Además, se mostró «sorprendido» por que en todo este tiempo, desde que se anunció la moción de censura hasta hoy, no se hayan reunido los máximos órganos colegiados del PSOE para valorar la situación. Asimismo, el que fuera candidato a la Alcaldía de Burgos en 2011, ha pedido que las ejecutivas federal y autonómica aborden este asunto y que se convoque una reunión del Comité Regional, que es el máximo órgano en nuestra Comunidad a convocar entre congresos, porque «es en Castilla y León donde se ha producido este grave error».
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