El desempleo crece en la Región en 11.600 personas y deja la tasa del paro en el 12,4%

El número de desempleados en Castilla y León se disparó en el primer trimestre del año en 11.600 personas, un 9,31 por ciento más, al cerrar la cifra de parados en 136.700 en relación al último trimestre de 2018, en un periodo que habitualmente se comporta de esta manera en España y en la Comunidad. Sin embargo, la foto es diferente en la comparativa interanual, donde el paro baja en 18.100 personas, un 11,67 por ciento, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Con esta evolución, la tasa de paro de la Comunidad se situó en el 12,42 por ciento, la octava más baja del conjunto de las autonomías, frente al 14,7 por ciento de la media nacional. Por lo que respecta a la ocupación, en comparación al año anterior, se elevó en la Región un 0,71 por ciento, con 6.800 más, hasta un total de 964.600 al cerrar el año. En relación al trimestre anterior hubo una merma del 2,64 por ciento, con 26.200 ocupados menos

Por otro lado, Castilla y León perdió en el primer trimestre 14.500 activos (1,3 por ciento menos), lo que deja la cifra total en 1,101 millones. La Comunidad redujo en el último año 11.300 (1,02 por ciento). Este dato contrasta con el comportamiento de la media nacional, dado que en España, en términos interanuales, los activos aumentaron en 155.100 (0,68 por ciento), hasta los 22,825 millones. Sin embargo, la comparativa intertrimestral evidencia una caída de 43.500 personas (0,19 por ciento).

La tasa de actividad en Castilla y León se situó en el 53,81 por ciento, lo que supone casi cinco puntos menos que la media del país, que alcanzó el 58,35. En el caso de los hombres, la tasa fue superior, del 59,84 por ciento -63,99 en España-, mientras que entre las mujeres fue del 47,97 por ciento, por debajo de la media nacional del 53,02.

Por lo que respecta a la evolución por provincias, en la comparación intertrimestral se elevó en todas ellas, a excepción de en Palencia, donde cayó un 12,15 por ciento, hasta totalizar 9.400 desempleados.

Desde la Junta se achacó este incremento a una «leve desaceleración» de la Economía que se vive en la Comunidad y que se enmarca, según señaló el vicepresidente del Gobierno Herrera, José Antonio de Santiago-Juárez en las «dudas generadas» por el Gobierno socialista en el sector de la aitomoción y en la minería. Aunque declaró que los datos «no son buenos», indicó que históricamente los datos en el primer trimestre siempre son malos.

Para UGT estos datos demuestran que la Comunidad no está generando empleo, sino que demuestran una mayor rotación de los trabajadores, dando cuenta de que «son los mismos puestos de trabajo pero con mayor número de trabajadores rotando».

Por su parte, Comisiones Obreras aseguró que los datos de la EPA conocidos «son imposibles, de ser ciertos, en el caso de la ocupación, y de dudosa veracidad el dato de desempleo. Por lo tanto, con estos problemas en las cifras, no podemos valorar algo que pensamos que no es real».

Desde la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) y la Confederación Española de Autónomos (CEAT) consideraron que los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) conocidos reflejan una «evidente y preocupante desaceleración económica» en la Comunidad. Ambas organizaciones atribuyeron estos datos a la «incertidumbre» del empresariado ante los próximos procesos electorales, así como en el aumento de los costes sobre el empleo.

Según trasladaron a través de un comunicado, esta situación tan solo podrá «invertirse» con el desarrollo de políticas económicas que supongan «verdaderas reformas estructurales» y que ayuden a las empresas como generadoras de empleo. Igualmente lamentaron que con los datos conocidos hoy se constata que la tasa de paro se mantiene «en niveles elevados», un hecho por el que no ocultaron su «enorme» preocupación.

Por último desde la Federación de Trabajadores Autónomos destacaron los malos resultados en la Comunidad con la pérdida de 20.000 autónomos en los últimos seis años, y con especial incidencia en el medio rural.