Política

Castilla y León

El sector del transporte de viajeros avisa: «Una subida del combustible sería un gran mazazo»

El presidente de Fecalbus, Gerardo Salgado, asegura a LA RAZÓN que están «cogidos con pinzas»

Gerardo Salgado, durante la última Asamblea General de Fecalbus, a la que asistió el consejero Suárez-Quiñones
Gerardo Salgado, durante la última Asamblea General de Fecalbus, a la que asistió el consejero Suárez-Quiñoneslarazon

Castilla y León presume ya de una Ley de Transporte Público de Viajeros por Carretera adaptada a los tiempos y que, entre otras cosas, incorpora un catálogo de derechos para los usuarios, y dará estabilidad al sector.

Desde la Federación Castellano y Leonesa de Transporte en Autocar (Fecalbus), hacen una valoración positiva de la norma, y destacan de ella que permitirá al sector acoplarse a cualquier circunstancia, sobre todo en lo que se refiere a la despoblación. También creen que luchará contra la competencia desleal y que prepare al transporte de viajeros con antelación ante el vencimiento en diciembre de este año del actual sistema concesional. Asimismo, creen que garantizará la viabilidad de las pequeñas empresas y su competencia con las grandes a la hora de licitar por las concesiones de líneas y servicios.

Pero pese a esta nuevo marco legal y de que el sector lleva varios años «más o menos estable», el presidente de Fecalbus, Gerardo Salgado, advierte a LA RAZÓN de que «estamos cogidos con pinzas», y tieen claro que una nueva subida del combustible «sería un mazazo. «Si el carburante vuelve a cifras de 1,30 o 1,35 euros el litro el sector estaría en serio riesgo de volver a números rojos», alerta.

De momento, el 2019 llega a Castilla y León con una subida de los precios de los carburantes de 4,8 céntimos por litro, que se eleva a 5,8 con IVA, al entrar en vigor la modificación del Impuesto de Hidrocarburos. Aunque para los profesionales del transporte, al menos, la devolución máxima del gasóleo profesional se mantiene en los actuales 49 euros por cada 1.000 litros. Salgado alerta de que todavía no hay una apuesta clara desde las administraciones por el transporte público de viajeros por carretera. Y llama la atención sobre algunas «fantasías y cosas raras» que se están diciendo en las últimas semanas, principalmente desde el Gobierno de España, como poner una fecha para acabar con el diésel.

De cara al futuro, pide que el marco legal establecido se materialice, que se mantenga sujeto el precio de los carburantes y que todo lo que se haga en estos meses en favor del transporte público de viajeros se consensúe y no sean brindis al aire fruto de las próximas elecciones. «Queremos que se potencie de verdad el transporte público de viajeros y que nos concienciemos de que podemos utilizar los recursos de las administraciones para que los ciudadanos se puedan aprovechar de ellos», afirma, mientras reivindica también una política tarifaria acorde a las necesidades actuales y que se mejoren también las infraestructuras para ganar en seguridad y tiempo.

«Se habla de nuevas tecnologías, de adaptarse a los tiempos y apostar por contaminar cada vez menos e incluso de erradicar la gasolina diésel. Pero nadie ha dicho nada de que haya menos coches circulando y, por ende, contaminado», se queja Salgado. «Si de verdad queremos apostar por el transporte público de viajeros por carretera en España -finaliza- hagamos carriles especiales e individuales a la entrada de las ciudades; ahorraríamos tiempo y muchos costes».