Fermín Herrero desnuda su juventud en su nuevo poemario «Fuera de encuadre»

«Qué habrá sido del hombre que se sueña/ cultivable y doblado bajo el peso/ del recuerdo impunemente tergiversa/ lo que fue». Con estos versos arranca el nuevo poemario de Fermín Herrero que, bajo el sugerente título de «Fuera de encuadre», regresa a su juventud, para recuperar algunas escenas que «en su día no tuvieron suficiente peso, pero con el paso de los años han ido ganando cuerpo». El poeta dialogaba con LA RAZÓN, momentos antes de presentar en sociedad el libro, en la librería Oletvm de Valladolid, donde no faltaron numerosos amigos a la cita y en la que estuvo secundado por su editor, Jesús Egido, y la periodista Angélica Tanarro.

«He intentado recuperar aquellas cosas importantes, donde intento recoger los ritos de paso de la juventud a la madurez. Es como una novela de aprendizaje, pero en verso, donde recupero todo aquello que me marcó en su día y que con el paso del tiempo me he dado cuenta de su importancia en mi vida futura», señalaba el Premio Castilla y León de las Letras.

Unas páginas donde Herrero va desvelando escenas relacionadas con la amistad, con sus parejas y donde no faltan tampoco la cultura pop de aquella época con una mirada puesta en la música, el cine o la televisión.

«He intentado rescatar aquello que te ha recondicionado la vida, aunque yo no lo sabía. Es un libro muy cinematográfico, con muchas escenas, una especie de travelling...».

En «Fuera de encuadre», Herrero reafirma su madurez creativa en un esfuerzo constante por indagar en nuevos caminos creativos, con un verso afilado y despojándose de todo artificio. Un libro fragmentario, con una «sintaxis quebrada, por que en definitiva, así es mi poesía, que es muy abrupta», reconocía el propio Herrero.

Por su parte, el editor del poemario, Jesús Egido (Reino de Cordelia), declaraba durante la presentación que hay algún verso «que suena como alegre», mientras que Angélica Tanarro, indicaba que nos hallamos ante un poematio muy intimista donde «Fermín Herrero ha echado la vista atrás al hombre que se estaba haciendo con una mirada muy interior y lo ha convertido en versos».