Jesús Julio Carnero apuesta por empleo y familias para acabar contra la despoblación en los pueblos

El presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, apostó por la creación de empleo y por la labor que desarrollan las familias para luchar contra la despoblación en los pueblos.

Así lo indicó, en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco, durante la inauguración de la jornada «Paremos la despoblación: el medio rural como alternativa de futuro», en la que también participó el consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo.

Jesús Julio Carnero destacó que «desde el equipo de gobierno de la institución provincial vallisoletana trabajamos día a día por el empleo, las personas y los municipios para continuar mejorando la calidad de vida de nuestros vecinos, porque impulsar estos factores es luchar contra la despoblación».

En la misma línea, Fernández Carriedo defendió que la población solo se puede fijar donde hay servicios de calidad y adecuadas infraestructuras logísticas, de comunicación, sanitarias y educativas.

Asimismo, informó de las medidas que está llevando a cabo el Gobierno regional para acabar con este problema. En este sentido, el consejero explicó los cuatro pilares en los que actúa la Junta en este ámbito: economía y empleo; servicios públicos; política territorial; y conciliación, igualdad y familia.

El responsable regional de la cartera de Empleo hizo hincapié la calidad de los servicios públicos que presta el Ejecutivo autonómico, como demuestran los informes independientes como PISA, el barómetro sanitario, así como la valoración de la atención a las personas dependientes, que sitúa a Castilla y León a la cabeza de todas las Comunidades.

Por otra parte, Fernández Carriedo subrayó el impulso en el ámbito rural, de la Atención Primaria de salud a 1.400 núcleos de menos de 50 habitantes, el mantenimiento hasta ahora de unidades educativas con solo cuatro alumnos y el transporte a la demanda, entre otros.

El consejero también señaló que la lucha contra la despoblación pasa por tres estrategias fundamentales: la necesidad de que las medidas demográficas impregnen todas las políticas públicas; un nuevo modelo de financiación autonómica que incorpore variables demográficas «para garantizar la igualdad de todos los territorios» y la implicación de las instituciones europeas en esta batalla, mediante la creación de una iniciativa común y la adscripción de fondos.