Castilla y León
La biomasa pone en valor los montes y crea empleo en los pueblos de la Región
Esta energía renovable ha facilitado en los últimos años la creación de 2.500 puestos de trabajo en Castilla y León y supone, para los hogares que optan por ella, un ahorro del 15% en la factura
Las energías renovables están en auge y en Castilla y León hay que estar de enhorabuena. Nuestros bosques necesitan de un sistema de limpieza cada cierto tiempo y las industrias madereras generan muchos residuos que pueden ser aprovechados. La biomasa se encarga de hacerlo.
Las energías renovables están en auge y en Castilla y León hay que estar de enhorabuena. Nuestros bosques necesitan de un sistema de limpieza cada cierto tiempo y las industrias madereras generan muchos residuos que pueden ser aprovechados. La biomasa se encarga de hacerlo.
Este sector, todavía desconocido para gran parte de la población, gana en adeptos debidos sus múltiples beneficios no sólo para el Medio Ambiente, sino para las facturas energéticas de los hogares, comunidades y edifios públicos, que ven reducida su factura en más de un 15 por ciento.
«La biomasa es patria y bandera, o al menos debe serlo», así lo asegura el director de la planta Naturpellet en Sanchonuño (Segovia), Roberto Bravo. En su fábrica se producen 40.000 toneladas de pellet al año, el principal combustible para las calderas domésticas o para las destinadas a pequeñas comunidades de vecinos con varios hogares.
Para la fabricación de los mismos, Naturpellet cuenta con el apoyo de sus dos grandes socios. Por un lado, la empresa de la industria maderera, Palés TAMA, aporta el 80 por ciento de la materia prima necesaria para la produccción de pellet debido a los desechos que genera.
El serrín, astillas y cortezas (sobre todo de pino) desechados se une a un 20 por ciento de madera proveniente de bosques sostenibles de la Comunidad. Además, su asociación con Calor ERBI (Energias Renovables del Bierzo) hace que más del 50 por ciento de la producción de la planta se destine a cubrir la demanda de energía de los clientes de ERBI. De este modo, y mediante la unión de estas tres compañías, se produce energía sostenible y barata sin salir de la Comunidad, lo que se traduce en riqueza y empleo.
«Tenemos que poner en valor lo nuestro y evitar que las divisas salgan de aquí», afirma rotundo el presidente de la Asociación Española de Revalorización Energética de la Biomasa (Avebiom), Javier Díez. Él ha visto crecer muy poco a poco un sector que a día de hoy mueve 300 millones de euros en la Comunidad no solo a través de la producción de pellet y las calderas domésticas, sino debido a la instalación de biomasa en comunidades grandes de vecinos e instituciones públicas.
Es el caso de Torrelago, barrio del municipio vallisoletano de Laguna de Duero. En él, y gracias a la instalación de tres calderas de gran potencia, la biomasa abastece a 1.500 hogares en los que viven más de 5.000 personas. El ahorro energético y la disponibilidad sin ningún tipo de problema de calefacción y agua caliente animaron a los vecinos a contratar el servicio hace ya tres años.
También la Universidad de Valladolid y su edificio L.U.C.I.A. (el segundo en el mundo con mejor calificación en sostenibilidad) dispone de un sistema similar, que en este caso da calor a 23 edificios universitarios y proximamente se extenderá al Hospital Clínico Universitario.
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