Sevilla

La Comunidad, un templo al aire libre en su conocida pero sobria Semana Santa

Los cerca de 90.000 cofrades presentes en las nueve provincias volverán a estar pendientes de la lluvia

La Comunidad, un templo al aire libre en su conocida pero sobria Semana Santa
La Comunidad, un templo al aire libre en su conocida pero sobria Semana Santalarazon

Semana Santa en Castilla y León. Palabras mayores. Un punto de encuentro para miles y miles de fieles que llevan todo el año preparando estas jornadas, pero también para miles y miles de familias que aprovechan estas fechas para coincidir en sus lugares de origen. Muchos de ellos vivirán estos días con la vista puesta en el cielo dado que la lluvia asomará por nuestro territorio, al menos, entre el Lunes y el Miércoles Santo -ayer ya deslució varias procesiones-. La Semana Santa en Castilla y León es fe, sobriedad, sonidos ajenos a cuantos nos siguen durante el resto del año. Silencio. Mucho silencio. Sentimiento y respeto por parte de la inmensa mayoría de los ciudadanos, sean creyentes o no.

Buena parte de pueblos y ciudades convierten sus calles en un templo al aire libre, que pone a nuestra Comunidad en el mapa de la fe mundial. En el Año de la Fe.

No en vano, ya son siete las localidades que pueden presumir de tener sus semanas santas declaradas de Interés Turístico Internacional. Se trata de León, Palencia -estrena esa etiqueta este año-, Salamanca, las dos medinas vallisoletanas (Medina de Rioseco y Medina del Campo), además de Zamora y Valladolid. Ésta última atesora casi cuatro décadas con esta distinción, sólo concedida anteriormente en nuestro país a Sevilla, Málaga y Cuenca. A ellas se unen las declaradas de Interés Turístico Nacional: Astorga, en León; la Bajada del Ángel, en Peñafiel; y Ávila. Y las de Interés Turístico Regional, el Viernes Santo de la localidad soriana de Ágreda, el de Bercianos de Aliste (Zamora) -que se declarará Bien de Interés Cultural-, la Procesión de los Romances de Navaluenga (Ávila), además de las semanas santas íntegras de Aranda de Duero (Burgos), El Burgo de Osma (Soria), Ponferrada, Sahagún (León), Todesillas (Valladolid), Toro (Zamora), Burgos, Segovia y Soria.

Lugares todos en los que decenas de miles de cofrades -en torno a 90.000- constituyen el engranaje de un despliegue de fe que este año, además, combinará la tradición que atesora esta muestra de religiosidad que representa la muerte y resurrección de Jesucristo, con algunas de las cofradías con más solera de España y las tallas más bellas del mundo, y la modernidad. Con las nuevas tecnologías, para ser más exactos. Y es que, quienes sigan las procesiones de León, Soria, Valladolid y Zamora podrán descargar aplicaciones para sus teléfonos inteligentes de cara a conocer itinerarios, horarios y detalles varios.

Además, en Palencia, una radio digital retransmitirá lo más relevante de la última Pasión declarada de Interés Turístico Internacional en Castilla y León.

Los pasos salen a la calle. Reciben el aplauso acompañado de la música de miles de instrumentistas que, por fe y vocación, llevan en bolandas, con el permiso de los costaleros, a las tallas, muchas con la firma de 'gigantes' como Juan de Juni o Gregorio Fernández.

Las procesiones, múltiples. Exquisitas. Aquí sólo referimos algunas. Como la que hoy mismo saldrá a la calle en Valladolid, a partir de las 12 horas, desde la Iglesia de la Vera Cruz: la «Procesión de las Palmas», con los niños poblando las calles. En Jueves Santo, la «Procesión de las Capas Pardas» arranca al filo de la medianoche en Zamora, capital del Románico. Horas más tarde, sale a la calle la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz, que parte de la Iglesia Nueva de la Santísima Trinidad del Arrabal. Ya en Viernes Santo, los Vía Crucis resultan sobrecogedores. Es el caso del abulense, alrededor de su majestuosa muralla, con partida en la Catedral, a las 5,30 horas. Dos horas después parte de la Iglesia de Santa Nonia de León la «Procesión de los Pasos».

En esa misma jornada, Ágreda, en Soria, y Bercianos de Aliste, en Zamora, atraen a miles de visitantes. Como lo hace el Traslado del Cristo Yacente, en Burgos, que parte, a las 20 horas, de la capilla catedralicia del Corpus Christi. En la jornada del Domingo de Resurrección, Palencia vive, de la mano de los niños, la Procesión del Rompimiento del Velo, a las 8,45 horas, mientras que Segovia acoge la del encuentro, en torno a las 11 horas.