Castilla y León
La implicación de las farmacias contra la violencia machista aumenta las denuncias
El plan puesto en marcha por la Consejería de Familia e Igualdad y el Concyl, destapa nuevos casos en Castilla y León
La implicación activa de las farmacias en la detección y ayuda a víctimas de violencia machista ha aumentado las denuncias.
Desde que se puso en marcha el plan de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, dirigida por Alicia García, y el Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl), en diciembre del pasado año, decenas de mujeres se han atrevido a acercarse a su establecimiento farmacéutico más cercano para destapar nuevos casos de esta lacra social.
La preservación de la intimidad que rodea a estas denuncias, impide que salgan a la luz pública la totalidad de los procesos, sobre todo por aquellos que se detectan en pequeñas localidades, con pocos vecinos, donde «sería una forma de señalar con el dedo a víctima y agresor».
Así lo asegura a LA RAZÓN una farmacéutica de Valladolid que, como tienen opción las más de 1.600 farmacias de la Comunidad, quiso dar un paso más y reforzar su labor en la detección y prevención de casos de violencia de género así como en sensibilización en materia de igualdad.
«Al principio yo era la primera crítica con esta medida, me parecía que nos íbamos a meter en un campo que nos quedaba grande, pero me equivoqué. Estamos en todas partes y conocemos a nuestros pacientes, tenemos confianza y te cuentan sus problemas», agrega.
A esta opinión se suma Natividad, profesional de Ávila que, a los dos días de colgar el cartel en su farmacia que indica su incorporación a la iniciativa, atendió a una mujer que rompió su silencio, y se activó el protocolo de actuación.
«La violencia machista es un problema de Salud Pública y es nuestra responsabilidad hacer algo al respecto», añade.
Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca, ya se llevó a cabo un proyecto pionero similar en colaboración con la Fundación Adavas de asistencia a víctimas de violencia que género que, desde finales de 2016 y hasta el inicio del Plan de la Consejería, atendió a un total de ocho mujeres en la provincia.
Tras la detección de los casos, los profesionales optaron por tres vías de actuación: derivar a la mujer a Adavas, en consenso con el médico poner a la víctima en contacto con el trabajador social de su Centro de Salud, o llamar directamente al 016.
«Es importante que los farmacéuticos vean que, de verdad, se ayuda con estos proyectos, y mucho más en el medio rural, donde estos profesionales son, en muchos casos, el único agente médico», afirman a este diario desde el Colegio salmantino.
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