Castilla y León
La Paramera registra el más grave accidente de autobús en trece años
Junta, Ayuntamiento y Diputación de Ávila decretan tres días de luto oficial
ÁVILA/VALLADOLID – La fatalidad ha querido que el 8 de julio de 2013 vaya a ser recordado en Castilla y León como el día en el que se produjo el accidente de autobús más grave en mucho tiempo. El acontecido en las estribaciones del Puerto de La Paramera, en el tramo que precede al Santuario de Nuestra Señora de Sonsoles, a escasos seis kilómetros de Ávila. Concretamente, hay que retrotraerse trece años y dos días, al 6 de julio de 2000, para detectar un siniestro similar con más víctimas mortales en Castilla y León. Un autobús que transportaba a estudiantes catalanes era embestido por un camión. Como resultado, el fallecimiento de 23 niños y cinco adultos que dirigían a un campamento en Aranda de Duero.
Lejos queda el accidente más grave acaecido en tierras castellano y leonesas, no por ello olvidado. El que se producía el 10 de abril de 1978 en Santa Cristina de Polvorosa, en el que 44 niños vigueses de doce a catorce años perecían al precipitarse el vehículo en el que viajaban al río Órbigo.
Momentos trágicos en la Historia moderna de Castilla y León, que tenían en Ávila una parada más. Corría el 11 de febrero de 2001, cuando, en Orbita, a la altura del kilómetro 117 de la A-6, la autovía del Noroeste, siete personas, integrantes todos ellos de la Compañía Lírica Nacional, perdían la vida tras haber completado una función en Gijón, al volcar el autobús en el que regresaban a Madrid. Otra docena de personas resultaron heridas. De igual forma, en territorio abulense, en febrero del pasado año fallecía una joven de 17 años, a la altura del término municipal de Villanueva del Aceral, en una ruta de transporte escolar en La Moraña.
Consternación y duelo
El suceso de ayer agitó a toda la provincia de Ávila y, con ella, a Castilla y León. El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, decretaba tres días de luto oficial (del 8 al 10 de julio), por el accidente. Una acción institucional que secundaban el Ayuntamiento de la capital amurallada y de otros municipios de la provincia, como Candeleda y Las Navas, y la Diputación.
Herrera dio orden de publicar hoy, en el Boletín Oficial de la Comunidad, un acuerdo que fija esos tres días de duelo «como testimonio del dolor de Castilla y León» ante la pérdida de vidas humanas en el grave accidente de circulación ocurrido en el término municipal de Tornadizos, si bien el lugar del suceso queda muy apartado del casco urbano de este pueblo, colindante al este con la ciudad de la Santa, con 400 habitantes.
Banderas a media asta ondearán en todos los edificios públicos de Castilla y León, incluido el de las Cortes autonómicas -que también remitieron condolencias a todos los afectados-, como consecuencia del trágico suceso, por el que también se lamentaron y mostraron condolencias a familiares y a los municipios de los que procedían partidos políticos y representantes de la sociedad civil, como la patronal abulense Confae o la Universidad Católica de Ávila.
Responsables políticos como el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, y el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, con previsiones de actos en Ávila y Medina del Campo, fueron los primeros en acudir a la 'zona cero'.
También lo hizo una amplia representación de las autoridades locales y provinciales, como el presidente de la Diputación, Agustín González; el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto; el presidente del PP de Ávila, Antolín Sanz, además del acalde de El Barraco, José María Manso; o Carlos Cayuela, el de Serranillos, lugar del que partió un recorrido normal que acabó el tragedia. PSOE e IU también trasladaron sus condolencias.
Cercanía con las víctimas y gratitud
El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, junto al ministro Jorge Fernández y Antonio Silván, consejero de Fomento y Medio Ambiente, por tanto responsable del Servicio de Emergencias, acudieron al Hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila, donde se sitúa la mayor parte de los heridos derivados del siniestro que tuvo lugar en la bajada hacia Ávila de la Sierra de La Paramera, en la N-403. El presidente puso en valor el trabajo del dispositivo desplegado de forma rápida, coordinada y eficiente para paliar un «accidente de consecuencias tremendas» y trasladó su apoyo a las víctimas y a todos los familiares.
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