La rectora de la Miguel de Cervantes anima a sus alumnos a pelear y a soñar alto

«¡Pelear, pelear, pelear!», Imelda Rodríguez lo tiene claro. La rectora de la Universidad Europea Miguel de Cervantes lo dice alto, con convencimiento, a la vez que anima a sus alumnos a soñar alto, muy alto, en la ceremonia de graduación de 332 de ellos.

Ni un asiento libre en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid para acompañar a los graduados, en un acto impecablemente organizado por esta Universidad que tras quince años de intenso trabajo y buen gobierno se ha convertido en una referencia de la enseñanza de calidad en España y fuera de ella.

«La inteligencia del éxito es la inteligencia del sí», insiste la rectora Rodríguez, quien recomienda a los nuevos graduados pensar en grande. «Para ser profesionales de éxito hay que serlo de convicciones y de valores», argumenta Imelda Rodríguez.

«Sed insultantemente libres y tomad los caminos que otros no toman. ¡Saltad a la vida sin miedo!», insiste e insiste la rectora ante cientos de familias y estudiantes que la escuchan muy atentamente.

Seriedad, fiabilidad

Ahora es el consejero de Educación el que se dirige a los presentes. Da la enhorabuena a los alumnos y a sus padres, felicita a la Universidad y al claustro de profesores y agradece estar aquí.

«La Universidad Europea Miguel de Cervantes es fiable y anticipativa», asegura Fernando Rey. «Sois un ejemplo de seriedad y dinamismo que enriquece y complementa la oferta educativa y cultural de Castilla y León», añade el consejero.

Fernado Rey anima a los nuevos graduados a ver el futuro con entusiasmo; a no escuchar a los profetas de catástrofes. «¡Sed valientes, sed trabajadores! Plantad cara y salid ahí fuera convencidos de que sois los mejores; por que lo sois, ciertamente», les dice.

En nombre de los graduados en 10 titulaciones y cinco master, habla Elisa Choya. Esta jovencísima odontóloga, ha conseguido el mejor expediente académico.

Los consejos del padrino

El último en hablar, es el padrino de la promoción, el periodista Jesús Alvarez. Su intervención es amena y salpicada de anécdotas; muy cercana y muy humana. Jesús Álvarez se mete al auditorio en el bolsillo y provoca la complicidad y la sonrisa de todos los asistentes.

El histórico periodista deportivo sugiere a los estudiantes que sean, por encima de todo, buena gente, se ocupen de lo que se ocupen. Que apliquen, en cualquier oficio que ejerzan, rigor, seriedad y rectitud. Que sean honrados y muy decentes.