La UE premia «Los Desiertos verdes» realizado por investigadores de la UVa

La Unión Europea premia el proyecto Life «Los desiertos verdes», liderado por la Universidad de Valladolid (UVa) por su impacto positivo en el Medio Ambiente de aplicarse ampliamente.

La iniciativa, coordinada por la Fundación General de la institución académica, se ha situado como uno de los doce mejores trabajos presentados a los galardones «Best Life».

El proyecto, liderado por los profesores Zacarías Clérigo y Salvador Hernández, ha sido llevado a cabo por un grupo de investigación multidisciplinar especializado en la recuperación de suelos pobres de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias del campus palentino.

La iniciativa surgió ante la creciente desertificación de algunas zonas de nuestra Comunidad como consecuencia de la escasez de agua en la tierra, que produce estrés hídrico en las plantas y dificulta la reforestación.

Desarrollado en cinco escenarios de la geografía española (tres en Castilla y León), ha demostrado la viabilidad y efectividad de nuevas técnicas de riego de árboles en áreas desertificadas, pobres o rocosas.

En la Región, las zonas elegidas han sido la estación de esquí de San Isidro, en León, por su baja capacidad de retención de agua; Riofrío de Aliste, en Zamora, para reforestar una antigua mina en un suelo ácido; y Matallana, en Valladolid, donde se ha querido volver a poblar un terreno abandonado, usado como vertedero ilegal y sin capa vegetal.

Para ello, se ha utilizado el método «Waterboxx» que, sin necesidad de riego, permite la supervivencia de los brotes en circunstancias difíciles. Se trata de un recipiente que se coloca alrededor de la planta o árbol sobre el que se vaya a plantar. Una vez realizado esto se llena con 15 litros de agua y el dispositivo se encarga de hacer el resto.

Por la noche, la tapa superior se enfría más rápido que el aire, lo que ayuda a recoger el agua de la condensación. El líquido se suministra por goteo a la tierra a través de una mecha situada en la base que proporciona el agua necesaria para la supervivencia de la planta. Esta cantidad ayuda a estimular las raíces se para que busquen alimento en el suelo y así crecer más rápidamente.

El uso de estos dispositivos permite la supervivencia del 80 por ciento de los esquejes plantados, mientras que sin ellos tan solo el 5 por ciento de los árboles lograría crecer y mantenerse.

Para que resulte existoso es preciso mantener el «Waterboxx» durante el primer año tras la plantación para consolidar las raíces, lo que garantiza la reforestación de zonas desérticas y aumenta su biodiversidad.

Además, el estudio de la UVa demuestra que su utilización solo supone un aumento en el coste de un 5 por ciento con respecto a la reforestación tradicional con mayor tasa de éxito.