Castilla y León
Las organizaciones agrarias califican de 'mal menor y lesiva' la reforma de la PAC
Cara y cruz. Así ven las organizaciones agrarias de Castilla y León el acuerdo de la reforma de la Política Agraria Común (PAC) alcanzado por la Unión Europea y en el que, según el Gobierno de la nación, se ha conseguido «la práctica totalidad de sus reivindicaciones».
Para Asaja Castilla y León, los acuerdos alcanzados «entran dentro de lo que estaba previsto y son un mal menor» y destacan que lo más positivo es que «se abre un horizonte hasta el año 2020, periodo en el que el campo de Castilla y León va a disponer de unos recursos financieros importantes, aunque menores que en etapas anteriores, para compensar parte de los que no renumeran los mercados, así como unas ayudas para la modernización de las explotaciones y para el fomento del relevo generacional en el campo». La opa también valora que con esta nueva PAC se garantiza la continuidad de la agricultura y ganadería de Castilla y León a lo largo de esta década.
Entre las carencias detectadas: la supresión de cupos lecheros, el desamparo de las producciones agrarias, el tímido apoyo a los jóvenes o la escasa profundización en políticas para afrontar la crisis, indican.
Mientras, la Alianza UPA-Coag califica de «muy lesivo» para los intereses de los agricultores y ganaderos de Castilla y León el acuerdo y asegura que penaliza el modelo social de la Comunidad.
Además de criticar la reducción del presupuesto, ambas organizaciones agrarias denunciar que se establece un nuevo sistema de pagos que favorece a los que más hectáreas tienen y «no a los que producen, a la vez que se aumentan las obligaciones para el cobro de las ayudas aplicando un falso 'verdeo' de la PAC».
Otro aspecto negativo para la Alianza es que se elimina el tope de ayudas por explotación para los grandes perceptores, favoreciendo una vez más a los que más cobran», a la vez que se califica de «excesiva» la convergencia aprobada. También critican que sectores productivos como el vacuno de leche o el remolachero o la ganadería salen perjudicadas.
Pérdida de oportunidad
Por su parte, el coordinador regional de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín, aseguró que la ganadería intensiva sin tierras ha sido la gran perdedora de la reforma, dado que a partir de 2015 parte de las ayudas dejarán de estar vinculadas al número de cabezas y lo harán al número de hectáreas de la explotación.
A su vez, González Palacín criticó que la Unión Europea ha perdido una oportunidad histórica de desarrollar la OCM única y «ha optado por dejar todo en mano del libre mercado y no regular la cadena de valor.
No han querido entender que los agricultores y ganaderos nos jugamos la rentabilidad de nuestras explotaciones en los precios y no en las ayudas. Queremos vivir de los precios justos de nuestros productos y no de las subvenciones», aseveraba Jesús Manuel González Palacín.
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