La viceconsejera de Ordenación del Territorio, María de Diego, insiste en la necesidad de que los municipios de la Región se agrupen para prestar servicios mediante las mancomunidades de interés general.

«O se unen o irán a un final un poco complejo», advertía ayer De Diego, tras reunirse en Ávila con los representantes de una veintena de estas entidades que han recibido más de medio millón de euros de la Junta a través de una nueva línea de subvenciones por haberse mancomunado, para conocer de cerca en qué se ha dedicado el dinero, cómo está beneficiando a los vecinos de las localidades implicadas, y qué oportunidades de mejora existen de cara a continuar en el futuro.

Unas subvenciones que, además de fomentar la constitución de mancomunidades de interés general, tienen como objetivo seguir avanzando en el modelo de ordenación del territorio, promoviendo la asociación voluntaria eficiente de municipios para la prestación de sus servicios, así como apoyar a las determinadas mancomunidades clásicas.

José María Monforte, de la mancomunidad del Bajo Tiétar, destacaba la importancia que han tenido para la zona las ayudas que han recibido. Por ejemplo, para abonar gastos corrientes, invertir en parques o para recuperar patrimonio natural.

Por otra parte, María de Diego aprovechaba este encuentro para reprochar al PSOE de Tudanca que no haya apoyado los mapas rurales, la última fase para culminar la ordenación territorial. «Se ha perdido una gran oportunidad de haber blindado los servicios públicos que se prestan en los pueblos», aseguraba la viceconsejera, quien recordaba que la Junta apostó decididamente hace seis años por un nuevo modelo de ordenación territorial que se apoya en seis leyes, pero al que le falta la pata más importante para culminar la reordenación del territorio rural.

«Es una pena, porque creemos que ese 25 por ciento de la población a la que afecta es la que más lo necesita», finalizaba.