Valladolid

Los exhaustivos controles sanitarios en los animales abren mercados a Castilla y León

«Nuestra vigilancia en las explotaciones ganaderas es de las más exigentes del mundo», asegura a LA RAZÓN Jorge LLorente, director de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias de la Junta

En la imagen, uno de los constantes controles que se llevan a cabo en las explotaciones ganaderas de la Comunidad
En la imagen, uno de los constantes controles que se llevan a cabo en las explotaciones ganaderas de la Comunidadlarazon

La buena salud de la que gozan las cabañas ganaderas de la Comunidad, fruto de los exhaustivos controles y la permanente vigilancia sanitaria, se está convirtiendo en el mejor aliado para las explotaciones de la Región. Especialmente las del vacuno de carne, cuyas ventas han crecido el último año en más de nueve millones de euros.

De hecho, Castilla y León se ha consolidado como uno de los territorios más exportadores en países como Portugal, Países Bajos, Francia o Argelia, pero ahora también se está posicionando en lugares como China, Corea del Sur, Vietnam, Japón e incluso Turquía o Libia, que están en el punto de mira de nuestras explotaciones, debido al esfuerzo y profesionalidad de los ganaderos, pero también a la unidad entre el sector y el Gobierno regional.

«El saneamiento de las cabañas está permitiendo que haya un mayor censo de animales, lo que es también un síntoma de competitividad», señala a LA RAZÓN Jorge LLorente, director general de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias, para quien esta buena salud animal está permitiendo una mayor libertad de movimientos de las explotaciones y más seguridad alimentaria. «Los ganaderos se han dado cuenta de que el saneamiento es un patrimonio que tienen que cuidar si quieren ser competitivos», apunta LLorente.

El 2016 fue un año histórico para Castilla y León en los dos enfermedades que más preocupan porque pueden contagiar a las personas, como son la brucelosis y la tubercolosis bovina. Patologías que forman parte de las más de cincuenta que barajan en general en la Consejería de Agricultura y Ganadería, el 30 por ciento de ellas con zoonosis.

Por vez primera en la historia no se detectó caso alguno de brucelosis en ninguna explotación de la Región, lo que ha provocado que la Unión Europea haya reconocido a las provincias de Burgos, Valladolid y Soria como territorios libres de esta enfermedad.

Mientras que en el caso de la tuberculosis, más complicada de erradicar, la prevalencia ha descendido un 55 por ciento en la última década, y actualmente es de 1,87 casos por cada cien rebaños. Pese a estos buenos datos, el director de Producción Agropecuaria insiste en que «no podemos relajarnos, porque el riesgo cero no existe».

Al respecto, Llorente pone en valor el saneamiento a modo de centinela que se realiza en el 20 por ciento de las explotaciones: «Los controles son muy exigentes, y no se hacen de forma aleatoria, que también, sino que siguen principalmente criterios de riesgo, y son vitales para garantizar la buena salud de los animales».

Receta electrónica

Por otra parte, Jorge Llorente destaca la gran acogida que está teniendo la «voluntaria» implantación de la receta electrónica por parte de los veterinarios. «Es una herramienta más que se aprovecha de las nuevas tecnologías para facilitar el trabajo de los profesionales, pero también y sobre todo para conseguir una prescripción de medicamentos más fiable, con dosis exactas, y que redundará también en la seguridad alimentaria», señala, a la vez que apunta a los beneficios que aportará a los productores a la hora de comercializar la carne.

Y sobre las dudas que puedan tener los consumidores acerca del uso de fármacos en las explotaciones, Llorente deja claro que todos los animales que se consumen «están libres de enfermedades y de sustancias nocivas». «Los antibióticos se pueden usar, pero correctamente, cumpliendo con los periodos de ingesta, dosis y marcas estipuladas», señala, mientras insiste en que el sistema de controles y vigilancia implantados en España, en general, y en Castilla y León, en particular, «son los mejores del mundo».