Economía

Los remolacheros avisan del «varapalo» que supondrá el impuesto dulce

Más de medio millar de personas se concentran en la localidad leonesa de La Bañeza contra una medida que consideran «recaudatoria»

«El azúcar alimenta, no mata» era el lema de la protesta remolachera celebrada ayer en La Bañeza
«El azúcar alimenta, no mata» era el lema de la protesta remolachera celebrada ayer en La Bañezalarazon

El impuesto a las bebidas carbonatadas y azucaradas que tiene en mente poner en marcha el Gobierno de España para hacer frente a la obesidad infantil sería un «catástrofe» para los remolacheros de esta tierra, especialmente en el empleo y en la actividad económica de las zonas rurales en las que están enclavadas las azucareras.

Un varapalo para el sector de la remolacha de nuestra Comunidad, el más importante de España.

El impuesto a las bebidas carbonatadas y azucaradas que tiene en mente poner en marcha el Gobierno de España para hacer frente a la obesidad infantil sería un «catástrofe» para los remolacheros de esta tierra, especialmente en el empleo y en la actividad económica de las zonas rurales en las que están enclavadas las azucareras. Y más si cabe en este momento en el que están empezando a levantar la cabeza después de un años muy complicados tras la reforma europea del azúcar.

Este es el pensamiento de los cientos de cultivadores de remolacha que se concentraban ayer en la localidad leonesa de La Bañeza para meter presión al Gobierno y hacer ver al ministro de Hacienda el daño que podría causar este impuesto dulce, como así le han denominado, al sector remolachero.

Desde UGT tienen claro que este nuevo gravamen será perjudicial para el mundo rural, en general, y para los agricultores, en particular, «porque la remolacha es el sustento de cientos de explotaciones agrarias».

Ante la protesta de representantes de las azucareras de Toro y Benavente, en Zamora, de Miranda de Ebro (Burgos), y también llegados de Madrid, además de la propia azucarera de La Bañeza, el responsable de la sección sindical de UGT en Azucarera, desde CCOO, por su parte, recuerdan al Gobierno de España que no se rendirán y que el sector remolachero «puede competir con cualquiera» y dispone de «las mejores industrias».

Los cultivadores han hecho un frente común y están en permanente contacto con las formaciones políticas, además de contar con el apoyo de la Junta de Castilla y León en este asunto, que ya se ha mostrado contraria a la implantación del impuesto.

«No es el mejor momento para plantear una medida que se ha tomado sin reflexionar ya que bajo la excusa de la salud sólo tiene un afán recaudatorio», destacaba ayer el alcalde de La Bañeza, José Manuel Palazuelo, también presente en la protesta, mientras apostaba por la educación para luchar contra la obesidad infantil y no con impuestos.