Los salmantinos por la concordia de la mano de Unamuno

Concluye el «Año Unamuno» con la tradicional ofrenda floral a su estatua. Y el alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, apela al espíritu que ha dejado el 2012 para que los salmantinos apuesten por la «unión y la concordia» para salir adelante.

Asimismo, destacó que las celebraciones recuperaron la figura de Don Miguel como uno de los emblemas de la ciudad. A modo de ejemplo citó la restitución restitución del acta de concejal arrebatada meses antes de su muerte, una decisión consensuada por los dos grupos representados en el Ayuntamiento de Salamanca, al igual que la concesión de la medalla de Oro de la ciudad y su nombramiento como Hijo Adoptivo. Además, el retrato del escritor, cedido hace sólo unos días por el PSOE al Ayuntamiento de la ciudad, que recordará a la entrada del Salón de Recepciones del Ayuntamiento «su legado y su magisterio universal", también se convirtió en protagonista del acto de homenaje «a un pensador sin fronteras que universalizó la ciudad de Salamanca».

«El reconocimiento a Unamuno tras su 75 aniversario ha sido un acto de justicia», apostilló el regidor salmantino.

«Ciudad de Cultura»

Alfonso Fernández Mañueco destacó a Salamanca como una ciudad «viva y acogedora que demuestra con hechos que es una ciudad de cultura».

En este sentido, elogió la iniciativa tanto pública como privada por colaborar en las diferentes actividades que a lo largo del año han ido ponderando la figura de un «gran inconformista que no se calló ante nadie». Solo desde el Consistorio se impulsaron más de un centenar. El alcalde de Salamanca también realizó un llamamiento a la sociedad salmantina, «que forma parte de la instrahistoria unamuniana, para mantener la coherencia ante las dificultades y sacar lo mejor de nosotros para superar los problemas».

Otro de los protagonistas de la jornada fue el escritor Juan Manuel de Prada reclamó la aparición en la actualidad de voces que, como Unamuno, «no se casen ni consigo mismo», porque «son necesarias personas que nos digan la verdad aunque nos duela».

Tras el acto institucional, Fernández Mañueco y De Prada acudieron a la calle Bordadores para realizar la tradicional ofrenda floral ante la estatuta de Unamuno. Allí el rapsoda José María Sánchez dio lectura al poema «Salamanca», escrito por Unamuno en el año 1904.

«Desbordante e inabarcable»

El escritor Juan Manuel de Prada, que participó en el homenaje a Miguel Unamuno, calificó la figura el exrector de la Unidad de Salamanca de «desbordante e inabarcable», y elogió su condición de pensador «a contracorriente» lo que le hizo llevar una vida «constantemente sometida a una agonía y en permanente lucha con la sociedad».