Castilla y León

Pelea socialista en Ávila

La Razón
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-Como se suele decir por estos lares, «no acaban de salir de Guatemala y se meten en «Guatepeor». Y es que los socialistas de esta Comunidad no terminan de estar unidos para recuperar la credibilidad perdida en las urnas, como lleva tiempo reclamando a los suyos allá por donde va el secretario regional, Julio Villarrubia.

Las diferencias y tensiones no reconocidas pero evidentes entre éste último y el actual secretario de Organización del PSOE, Óscar López, en la oposición que ha de realizarse al presidente Juan Vicente Herrera; el «caso Ponferrada», que desató las críticas de numerosas ejecutivas provinciales contra la gestión del propio López, del que pidieron su cabeza; los problemas en León con Celestino Rodríguez; la polémica entre Óscar Puente y Juan José Zancada en Valladolid... y ahora, la pelea entre los socialistas de Ávila.

Demasiados frentes abiertos dentro del partido del puño y la rosa de Castilla y León, en un año crucial para el futuro del socialismo español, en general, y del castellano y leonés, en particular, ya que aparte de las elecciones europeas de mayo, tienen que celebrarse las Primarias para elegir al candidato socialista a La Moncloa, y las Primarias en las comunidades autónomas donde puedan celebrarse, aunque hasta el Comité Federal de este sábado no se sabrá el orden. Pero el caso es que la dimisión de veinte miembros de la Ejecutiva Provincial del PSOE de Ávila no sólo no llega en el mejor momento para la imagen del partido, sino que además abre una nueva brecha en la guerra que libran sus dos líderes, Óscar López y Julio Villarrubia, por el poder en esta Comunidad. El secretario del PSOE de Ávila lo tiene claro y vincula la crisis desatada en su partido a una «pelea inmoral» por el poder que, en su opinión, han abierto algunos dirigentes afines a Óscar López como Pedro Muñoz, Pilar Ochando o Jesús Caro -tres de los que han dimitido- ante las futuras Primarias del PSOE en Castilla y León. Blanco pone como ejemplo que el secretario de Organización del PSOE de Ávila, Jesús Caro, desconvocara en contra de su voluntad una reunión de la Ejecutiva provincial con la presencia de Julio Villarrubia por oposición a él. Hecho que desmiente el aludido en declaraciones recogidas por Ical, quien sostiene que él se enteró de dicha convocatoria por correo electrónico y que sus desavenencias son de carácter provincial y no autonómico y se derivan de que ha perdido la confianza en Blanco. De la misma forma, Pedro Muñoz niega también cualquier tipo de presión por su parte para vetar la presencia del secretario regional del PSOE en la Ejecutiva Provincial de Ávila, y al igual que Caro, asegura que ha dimitido por solidaridad con su compañero y porque tampoco comparte la forma de dirigir el partido de Tomás Blanco. Sea lo que fuere, el caso es que habrá que esperar a los próximos días para ver si se para la hemorragia y cicatriza adecuadamente.

El sábado, la Ejecutiva Provincial del PSOE de Ávila celebra un comité en el que se elegirán a los nuevos miembros que remplazarán a los que se han marchado, y en el que Tomás Blanco seguirá al frente del partido siempre y cuando tenga el apoyo de la Ejecutiva, según sus propias palabras. Hecho con el que el secretario provincial rechaza también que una gestora se vaya a encargar de dirigir el partido hasta la celebración de un congreso extraordinario. Al respecto, asegura que son 40 y no 39 los miembros de la Ejecutiva de Ávila, lo que deja justo en la mitad el número de dimisiones y evita la caída al completo de la Ejecutiva liderada por Tomás Blanco, según marcan los estatutos del partido.

Socialistas de la Ejecutiva Regional con los que ha podido hablar este periódico admiten que lo que está ocurriendo en Ávila es un nuevo «palo» para el PSOE de Castilla y León, en sus aspiraciones de recuperar la credibilidad perdida entre la ciudadanía en los últimos años y en su afán por convertirse en alternativa de gobierno en nuestra Comunidad más pronto que tarde. Igualmente, reconocen que este tipo de situaciones hacen mucho daño a la imagen del partido y dan al traste con todo el gran trabajo que se realiza cada día en el partido.