Castilla y León
Residentes catalanes en la Comunidad muestran inquietud por la fractura social
Además, todos ellos temen las repercusiones económicas y las consecuencias familiares
Un grupo de catalanes residentes en Castilla y León, con raíces personales y familiares en su tierra natal, afrontan con preocupación e incertidumbre el referéndum sobre la independencia de mañana domingo, 1 de octubre. En su mayor parte apelan a un diálogo que creen no ha surgido entre el Govern y el Estado ante un problema que, sostienen, viene de lejos, y temen las repercusiones sociales y de carácter económico que pueden producirse si llega a consumase la independencia.
Por ello, en declaraciones recogidas por la agencia Ical, reclaman cordura entre las partes en conflicto y, en algunos casos, no descartan que se lleve a cabo una reforma constitucional que pueda resolver algunas reivindicaciones históricas de Cataluña. El profesor titular de la Universidad de Burgos de Tecnología de los Alimentos y exvicerrector de Investigación, Jordi Rovira, asiste «con mucha tristeza y preocupación» lo que está sucediendo en Cataluña al estar inmersos «en una situación un poco ridícula, en la que parece que se está jugando en una pelea de patio». Lamenta la postura que está adoptando el Govern, que no comparte, aunque tampoco entiende del todo la del Gobierno central «que no ha cogido este asunto por los cuernos».
En Soria, por su parte, el director general de la empresa Norma Doors de San Leonardo de Yagüe, Jaime Ribas, muestra su rechazo a la situación de «conflicto y guerra fría», tal y como lo define, que Cataluña y el resto de España atraviesan. Culpa a la clase política del conflicto institucional y social que se vive en su tierra y advierte de repercusioens económicas. «Con movidas menos graves que las de ahora ha bajado el consumo de determinados productos que se elaboran o producen en Cataluña», alerta.
También asegura que el conflicto con Cataluña ha generado una «fractura social brutal» y lamenta que ahora la sociedad está dividida entre los que piensan de una y otra manera. «Es terrible».
Para salir de esta situación, el director artístico y técnico de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL), Jordi Gimeno Mariné, apuesta por la «convivencia y el diálogo». Y aunque reconoce que la realidad es «compleja», se muestra esperanzado en que se imponga la «cordura» para abrir un escenario de diálogo y no de confrontación . Al respecto, cree que la única salida al conflicto catalán es una reforma constitucional que sea capaz de dar salida a todas las «sensibilidades».
Tristeza, incertidumbre y preocupación, son los tres sentimientos que asegura tener la decana de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, María Soledad Farré, para quien se debía haber hecho un trabajo de política y de diálogo mucho antes de llegar a esta situación, y aunque admite que no es fácil sentarse en una mesa con el Gobierno catalán, «porque tiene unas exigencias muy rotundas».
Finalmente, la atleta Jacqueline Martín, asegura que su familia está preocupada por la situación pero tiene claro que no se va a celebrar ningún referéndum «porque para eso están las leyes, para cumplirlas que es lo que se tiene que hacer».
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