Portugal
Un cura dona su castillo a sus convencinos salmantinos de San Felices de Gallegos
SALAMANCA- Un cura de noventa años del municipio salmantino de San Felices de Gallegos ha decidido donar un castillo del siglo XIII de su propiedad para uso y disfrute de sus convencinos. Francisco de Dios es el nombre de este sacerdote solidario y heredero del castillo que ha escrito y firmado el acuerdo y se lo ha enviado al Ayuntamiento.
Su padre, Ángel de Dios, compró esta fortaleza hace 88 años y por 33.000 reales a la Casa de Alba que la había abandonado. «Varios vecinos del pueblo se adueñaron del castillo y decidieron tirarlo para aprovechar la cantería, pero mi padre no lo permitió y se lo compró a la Casa de Alba», explica a Efe este cura mientras recuerda que en 1954 unos argentinos quisieron comprar el castillo llegando a ofrecer por él catorce millones de pesetas de la época.
El sacerdote tiene claro que lo que quiere es que sus vecinos se aprovechen ahora de esta joya arquitectónica, y pretende que el Ayuntamiento gestione y cuide de esta fortaleza, y que todos los beneficios que se obtengan de su explotación vayan a parar a beneficio de los habitantes de esta Villa salmantina situada en pleno Parque Natural de las Arribes del Duero, que fuera declarada Conjunto Histórico Artístico en 1965.
La parte más importante e imponente del castillo es la torre del homenaje, convertida en uno de los referentes visuales de la línea de fortificaciones existente entre España y Portugal, cuya primera construcción pertenece a Dionisio I de Portugal, en 1260, aunque, lo que se puede apreciar hoy es una obra encargada por el tercer duque de Alba, a principios del siglo XVI.
Una torre que ha estado tiempo cerrada pero que ahora está abierta al público.
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