Sociedad
Un vallisoletano pedaleará 35 horas sin bajarse de la bici contra el cáncer
Ismael Alonso recorrerá 800 kilómetros por el Camino de Santiago el 24 de julio
En la vida hay momentos en los que hay que tomar decisiones. Ser valientes y actuar. Afrontar la realidad y dejarse de vainas. Coger el toro por los cuernos. Implicarse. Y es que, de una u otra forma, el ser humano anhela algo de esto. Necesita pertenecer o formar parte de algo. Tener Fe y una meta en el horizonte que superar, que dé sentido a la vida y a su existencia. Ya sea por uno mismo o por los demás, e incluso por los que ya no están. Como es el caso de Ismael Alonso. Un joven vallisoletano de 38 años, periodista de profesión pero ciclista de corazón. Un aficionado a este sacrificado deporte de las dos ruedas que, tras casi dos años dándole vueltas a la cabeza, por fin se ha decidido a afrontar su desafío más importante y mediático, pero, sobre todo, el más íntimo y personal: recorrer el tramo del Camino de Santiago que va desde Roncesvalles, en Navarra, hasta Santiago de Compostela, del tirón.
Todo ello, por cumplir una promesa personal e intransferible que le hizo a uno de sus mejores amigos, José Carlos Botellas «Boti», la persona que le animó a competir encima de una bici allá por el año 2003, para después convertirse en una amistad que fue más allá de lo meramente deportivo, y que falleciera hace dos años por un cáncer de colon. Pero también lo hace por solidaridad hacia una causa, que no es otra que la lucha contra el cáncer, lo que agranda aún más este reto. Serán 800 kilómetros a una velocidad media de 24 kilómetros cada hora durante 35 horas. O lo que es lo mismo, un día y medio sin bajarse del sillín, cuando lo máximo que ha pedaleado sin descanso han sido once horas. Ismael ya ha recorrido esta ruta santiaguesa en tres ocasiones, entre ellas, una andando, y otra en bici desde Valladolid con el equipo del que formaba parte junto a «Boti», el Botistrong, que hizo en varias etapas, y tras la que planeó junto a su amigo hacerla de nuevo pero de una tacada. «Mucha gente me dice que si estoy loco», explica Ismael, que cuenta con el apoyo de su familia -aunque su madre, reconoce, esté un poco asustada-, y la de Boti'. También tiene el aliento de miles de personas de toda España a través de las redes sociales. Se mantiene físicamente bien. Entrena cada mañana antes de entrar a trabajar en el Grupo Promecal. Y en mayo y junio realizará dos test de doce y 17 horas, respectivamente, para estar al cien por cien el día de su asalto definitivo previsto para el próximo 24 de julio. Un reto que hará en solitario por temas de infraestructura, pero también porque es algo personal. Si bien, avanza que habrá gente que pedaleará junto a él las dos últimas horas.
Alonso sabe que va a sufrir y que habrá momentos de desfallecimiento en los que lo mejor y más fácil será bajarse del sillín. Pero no lo hará. Está convencido de que lo conseguirá porque «Boti» estará a su lado arropándole y dándole oxígeno cuando más lo necesite. «Pedaladas contra el cáncer» es el nombre que ha elegido para esta iniciativa con la que espera recaudar entre 2.400 y 3.000 euros a través de las ochocientas papeletas que ha puesto a la venta, a tres euros cada una por cada kilómetro de distancia del trayecto. Aunque no descarta poner a la venta más entradas si hay demanda. Está sorprendido por el apoyo que está recibiendo, y ya cuenta con varios patrocinadores como el CDO Covaresa -donde imparte clases de spinning-, 'Bicicletas Jonny' y 'Sobre Ruedas', lugares en los que se pueden adquirir las papeletas. También se puede colaborar ingresando dinero en la cuenta que la AECC de Valladolid tiene en el Banco Santander.
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