Barcelona

A los pesimistas

La Razón
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España se hunde, el aniversario del 1 de octubre tomarían las calles, nos íbamos al garete.

Así me lo pronosticaba un buen amigo después de una cena, como siempre gintonic y puro incluido en una terraza de la calle Enrique Granados. Por cierto y permítanme el paréntesis, al final la Sra. Colau va a ser quien nos meta los horarios europeos, porque o cenas antes de las 21,00h o no hay manera de fumarse un puro en paz, porque antes de las 00,00h te sacan de las terrazas a escobazos. ¡Hay Barcelona, cosmopolita, abierta, divertida, y feliz de otros tiempos!.

Pero a lo que iba, mi amigo lo veía todo negro y estaba al borde de la depresión, que no le venció porque deprimirse tras tomarse unos riñones al jerez resulta muy difícil.

Le replicaba y me reiteraba las críticas de siempre y los calificativos recurrentes, inconsciente, irresponsable, que no me doy cuenta de la realidad, llegando incluso a lo de vividor matizado por el reconocimiento a mi actividad profesional.

Auguro un otoño caliente, creo que vamos ya por el séptimo u octavo otoño caliente, cuando no es la DUI es la sentencia y cuando no el aniversario de no sé que, aunque este 1 de octubre se manifiesten en las calles 3.000 personas menos que los que fueron a ver el último partido en nuestro estadio de Cornella – El Prat.

Que sí, que sí, que tendremos agobios cuatro días como mucho después de la sentencia, y durante el año unas trescientas proclamaciones retóricas del Parlament, algún desfile con antorchas y todo lo que ustedes quieran.

Pero queridos lectores, una apuesta, el año que viene y para quien me la acepte, seguiremos con los riñones, el puro y el gintonic y como mucho la señora Colau hará que tengamos que cenar a las 20.00h porque nos sacará a escobazos a las 23.00h.

Esto es Barcelona, esto es Cataluña, esto es España y esto es Europa y las cosas son una cosa y los sueños utópicos aunque los cante Lluís Llach con su proverbial alegría.