Hostelería

Arranca una campaña para obligar a los restaurantes a servir gratis agua del grifo

Varias asociaciones reclaman esta oferta en establecimientos de Barcelona, mientras Baleares, Andalucía y Navarra preparan ya leyes para facilitar este servicio como ocurre en Nueva York o París

Arranca una campaña para obligar a los restaurantes a servir gratis agua del grifo
Arranca una campaña para obligar a los restaurantes a servir gratis agua del grifolarazon

Varias asociaciones reclaman esta oferta en establecimientos de Barcelona, mientras Baleares, Andalucía y Navarra preparan ya leyes para facilitar este servicio como ocurre en Nueva York o París.

Ensalada caprese (tomate, mozzarella, cherries y alcahaca), 6 euros. Pizza indian curry (mozzarella, cebolla, salsa curry, pollo y queso provolone), 14,95 euros. Agua, 1,50 euros. En ciudades como París, Kyoto, Melbourne o Nueva York, el cliente de esta pizzería podría haberse ahorrado un euro y medio pidiendo que le sirvan agua de grifo. «¿Quieres que los bares y restaurantes de Barcelona ofrezcan alternativas grauitas al agua embotellada?», pregunta ahora una campaña a través «change.org». Si la respuesta es afirmativa, se puede firmar la petición en su web.

En una semana, esta campaña ha recibido casi 600 firmas. Detrás, hay una empresa interesada, Tapp Water, una «start up» que ofrece soluciones para filtrar agua, una práctica que empieza a proliferar en bares y restaurantes de Barcelona, aunque en algunos sigan cobrando la botella de agua. Pero esta iniciativa no es como una seta que aparece en un campo de amapolas en primavera. Tres Comunidades Autónomas, Baleares, Navarra y Andalucía están estudiando leyes para obligar a los establecimientos públicos, como bares, restaurantes y hoteles a servir agua potable no envasada, gratis. Es una costumbre arraigada en otros países. Sin embargo, en Barcelona, pedir un vaso de agua en un bar, ya sea para tomar un medicamento o para un niño, que de repente tiene sed cuando los padres han pagado ya la cuenta, exige no tener vergüenza porque se percibe como un favor. Ya lo dice el refranero catalán «quien tiene vergüenza ni desayuna ni come».

Según una encuesta de Aigües de Barcelona en 23 municipios del Área Metropolitana, seis de cada diez ciudadanos consume agua embotellada, frente a un 32% que bebe del grifo y un 18,3%que lo hace filtrada. La mitad de las personas que bebe agua embotellada lo hace por el sabor. El agua de grifo está altamente regulada y no hay evidencias científicas de que sea menos saludable, aunque tenga proporciones de cal y cloro pueden incidir en su sabor. Lo que sí es más sostenible. Detrás de cada botella, hay un proceso de producción, transporte y reciclaje qur dispara las emisiones de Co2. Por eso, la Fundación para la Prevención de los Residuos-Rezero y la OCU reclaman una ley estatal que obligue a los establecimientos agua gratis.