Política

Barcelona

Ávarez de Toledo se compromete a desterrar la «xenofobia separatista»

Pablo Casado arropa a su candidata por Barcelona para las elecciones generales en su puesta de largo

El presidente del PP, Pablo Casado, participa en la presentación de Cayetana Álvarez de Toledo como número uno de la candidatura de los populares por Barcelona en las elecciones generales
El presidente del PP, Pablo Casado, participa en la presentación de Cayetana Álvarez de Toledo como número uno de la candidatura de los populares por Barcelona en las elecciones generaleslarazon

Pablo Casado arropa a su candidata por Barcelona para las elecciones generales en su puesta de largo

Cada centímetro cuadrado de Cataluña pertenece a los españoles y cada centímetro cuadrado de España pertenece a los catalanes», arrancó, para argumentar que el origen no debe condicionar una trayectoria política. «No acepto ninguna restricción por motivo de sexo, lugar de nacimiento, lengua o idioma», agregó, tras replicar una de las acusaciones que más han circulado durante las últimas horas y que apuntaban a que se «jactaba» de no hablar catalán. «Nadie puede jactarse de no saber algo. Ellos se jactan de hablar catalán, hasta tal punto de que dicen que por no ser catalana ni hablar catalán no tengo derecho a presentarme en Cataluña».

De esta manera, Álvarez de Toledo trató de atajar muchas de las dudas y recriminaciones que ha recibido su candidatura y pasó al diagnóstico de la postura independentista de dos millones de personas: «Son independentistas porque no quieren vivir con otros españoles y catalanes por un sentimiento muy oscuro que se llama xenofobia». Así, lo que pidió la líder del PP por Barcelona es que ese colectivo de catalanes «aparque el rechazo y opte por camino de la tolerancia, la paz civil y la Constitución» y asuma la necesidad de una «profunda meditación democrática». En esa dirección, advirtió, su objetivo es ensanchar la base constitucionalista y ampliar los espacios para «conseguir que cada vez mas gente esté vinculada a la visión cosmpolita y abierta de España». «Cataluña no está condenada a ser una tribu amarilla, si acaso serán condenados los que la quisieron convertir en una tribu amarilla», afirmó y apeló a recuperar el espíritu que reinó en Cataluña en los años 70. «Fueron los años del boom. Cuando el resto de España vivía bajo sombra de dictadura, se convirtió en una tierra de acogida, abierta y maravillosa», zanjó.

Asimismo, tampoco rehusó en ampliar sus explicaciones acerca de la controvertida comparación entre el desafío independentista y el golpe de Estado del 23-F. Para Álvarez de Toledo, los independentistas pretenden ahora un «golpe de Estado políticamente correcto»: «Quieren liquidar un Estado de Derecho y el Nobel de la Paz».

Finalmente, ante las reivindicaciones desde distintos sectores políticos –citó a PSOE y VOX– por reformar la Constitución, aseguró que son «formas de renuncia y desistimiento» ante el nacionalismo catalán. «No tenemos que tirar por la borda la Constitución porque el nacionalismo se haya alzado contra ella. Esa Constitución es paz civil y permite la convivencia», zanjó, en un acto en el que estuvo acompañada también por el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, y el candidato de los populares en Barcelona, Josep Bou.

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