Barcelona llega al límite con el turismo

Una mayoría de barceloneses reclama, por primera vez, poner freno a las visitas, según una encuesta del Ayuntamiento.

Barcelona es una de las diez ciudades del mundo con más afluencia de turistas y nada hace pensar su atractivo vaya en retroceso, sino al contrario. Este éxito, sin embargo, ha dejado de complacer a la mayoría de barceloneses, según el último informe de Actividad Turística 2016 elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona. Por primera vez, una mayoría de los ciudadanos (48,9 por ciento) considera que se ha llegado al límite de la capacidad para dar servicio al turista, aunque un porcentaje nada despreciable (47,5 por ciento) considera que hay que seguir exprimiendo la gallina de los huevos de oro de la capital catalana. Lo verdaderamente llamativo es la velocidad con que se ha producido un vuelco en la opinión, puesto que, hace tan sólo cinco años, más de un 70% pedía fomentar el turismo.

Mala gestión

Una de las preguntas de la encuesta se refiere a la percepción de las políticas: un 14,2 por ciento de los encuestados cree que la gestión del Consistorio con el turismo es mala. No obstante, la cifra de visitantes a la ciudad no para de crecer, y lo demuestra el incremento de un 5,5 por ciento de pernoctaciones el año pasado respecto a 2015.

Cabe destacar que en 2012, la misma encuesta indicó que el 71,8 por ciento de los interrogados creía que había que atraer más turismo, y un 25 por ciento dijo que se había llegado al límite, cifras muy diferentes a las dadas a conocer ayer. Sin embargo, de los 4.559 encuestados, un 87 por ciento cree que el turismo es beneficioso para la ciudad, y un 11 por ciento opina que no lo es.

Hay dos elementos que pueden explicar, en parte, estas percepciones de los barceloneses. Uno es el polémico de los pisos turísticos, especialmente hiriente en el barrio de la Barceloneta. Los vecinos de esta zona de este tipo de viviendas, y consideran que provocan problemas de convivencia. Llevan años protestando por este asunto, por lo que no son favorables al turismo masivo.

Por otra parte, parte de los barceloneses no siente la gran parte del distrito de Ciutat Vella como suyo. El motivo es, que en los diferentes barrios de esta zona, como el Born, el Raval o cualquier otro, casi no se ven autóctonos. Es casi utópico encontrar de noche a barceloneses en las Ramblas, y también por los alrededores.

Ante los datos de la encuesta, el concejal de Empresa y Turismo, Agustí Colom, señaló que el Ayuntamiento «trabaja en un plan estratégico 2020 con medidas para reducir este impacto turístico, y a la vez, para que podamos aprovechar la riqueza y el empleo que genera el turismo».

Respecto a las opiniones por distritos, evidentemente destaca la opinión de los encuestados en Ciutat Vella, la zona con más presencia de turistas, con mucha diferencia.

En este caso, el 65 por ciento de sus vecinos creen que hay demasiados albergues, hoteles y viviendas turísticas. Este distrito incluye a la Barceloneta.

En este sentido, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, defendió ayer que la ciudad necesita la tasa turística para compensar todos los servicios que usan los visitantes. «Se debe redistribuir la riqueza generada por el turismo», aseguró.

Afirmó que se deben encontrar formulas fiscales que permitan que los visitantes que no pernoctan en la ciudad contribuyan a financiar su impacto y el uso del espacio público.