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Museos

Bienvenidos a la Casa Vicens

El primer edificio residencial proyectado por Antoni Gaudí vuelve a abrir sus puertas convertido en museo tras su restauración.

Tanto por la orientalista aproximación de Gaudí de la fachada, como por la rica y original ornamentación interior, Casa Vives enamora a primera vista. larazon

El primer edificio residencial proyectado por Antoni Gaudí vuelve a abrir sus puertas convertido en museo tras su restauración.

Antoni Gaudí, el magno Gaudí, el genio Gaudí creador de la Sagrada Familia, no era más que un proyecto en su ambiciosa imaginación cuando en 1880 le encargaron el diseño de una segunda residencia en Gracia. El joven arquitecto no hacía ni dos años que había salido de la universidad y sabía que tenía delante una de esas pruebas que deciden una trayectoria. Con fervor, empezó a idear los planos de esa residencia, todavía con gran simplicidad constructiva, pero con una fuerte influencia orientalista, donde las formas estructurales y ornamentales correspondían al gusto por el arte oriental, principalmente mudéjar, persa y bizantino. Allí volcó todo su talento de manera salvaje, y descontrolada y el resultado es tan fascinante a finales del siglo XIX como lo es hoy.

La Casa Vicens, el primer edificio residencial proyectado por Antoni Gaudí, abrirá así el próximo 16 de noviembre sus puertas al público, 132 años después de su construcción, convertida en museo, incorporándose al recorrido de visitas de edificios gaudinianos, todos patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La Casa Vicens se construyó entre 1883 y 1885 como casa unifamiliar de veraneo de Manel Vicens, agente de cambio y bolsa. La gran utilización de cerámica tanto en la fachada como en la ornamentación interior hizo creer que Vicens era dueño de una fábrica de cerámica. Al morir los Vicens, la casa pasó a la familia Jover que en 1925 ebncargó una ampliación y adecuación al arquitecto Joan Baptista Serra de Martínez, amigo del mismo Gaudí. El arquitecto dividió los cuatro pisos de la residencia en tres pisos propios y así ha quedado hasta que en 2014 la finca la adquirió por MoraBanc, que inició su restauración para poder volver a brirlo al público. De esta forma, el edificio se añade a las numerosas joyas arquitectónicas de Barcelona que ahora permiten verse por dentro.

El modelo de gestión de Casa Vicens Gaudí se basará «más en la calidad de la visita que en la cantidad», y la previsión es que reciba unos 150.000 visitantes anuales, por tanto, un máximo de 500 personas por día y unas 60 por hora para que no haya nunca más de cien personas en el interior. La totalidad del proyecto de rehabilitación, restauración y museografía del edificio gaudiniano ha supuesto un desembolso de 4,5 millones de euros, de los cuales, la mayor parte, unos 3 millones, se han invertido en la rehabilitación. La segunda planta del edificio albergará la exposición permante del museo, con piezas originales de la casa y maquetas.

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