Cáritas

Cáritas aumenta un 7% los servicios a los más necesitados

La cronificación de la pobreza es una de las mayores preocupaciones de Cáritas Diocesana
La cronificación de la pobreza es una de las mayores preocupaciones de Cáritas Diocesanalarazon

La entidad alerta de que la fractura social por la crisis «tardará años en repararse»

Cáritas Diocesana de Barcelona presentó ayer su Memoria Anual, con datos de 2015, año en el que se atendieron a 23.913 personas, un 2 por ciento más que en 2014, pero un 35 por ciento más que en 2009, cuando empezó la crisis económica. También hubo 47.017 servicios, un 7 por ciento más.

En la presentación, presidida por el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, el director de Cáritas, Salvador Busquets y la adjunta de Acción Social de la entidad, Mercè Darnell, se advirtió que la fractura social ocasionada por la crisis económica «tardará años en repararse». «La transmisión de la pobreza es intergeneracional», alertó Busquets.

Darnell detalló que los servicios a las personas atendidas han crecido un 51 por ciento desde 2009, lo que a su juicio demuestra que las familias «cada vez tienen más dificultades, piden más ayuda». Añadió que las que tienen niños son las que concentran más pobreza, y son la mitad de las atendidas. Un 37 por ciento está a cargo de una mujer, y que cuatro de cada diez ayudados no tiene una vivienda digna.

«Necesidad de apoyo»

En este sentido, Busquets, comentó que en los primeros meses de 2016, no ha aumentado mucho el número de personas atendidas, aunque lamentó que «necesitan mucho más apoyo».

Por su parte, el arzobispo Omella afirmó estar «muy orgulloso» del trabajo de Cáritas, y aseguró que, pese a «no llegar a todo», esta entidad «tiene un papel muy importante y valorado por la sociedad».

También lamentó que la brecha «entre ricos y pobres sea cada vez más grande, si la recuperación no llega a todos, no se está saliendo de la crisis, y aún hay mucha gente que sigue sufriendo mucho». «La pobreza tiene rostro de inmigrante, de joven que no encuentra trabajo, y también de mujer», añadió el prelado.

El 64 por ciento de las personas atendidas, casi la mitad de ellas de nacionalidad española, ya lo habían sido en años anteriores, y de éstas el 18 por ciento hace más de cinco años que recibe ayudas, y el 78 por ciento en edad de trabajar no tiene empleo, lo que evidencia que la pobreza es cada vez más severa.

Además, Cáritas –que cuenta con más de 2.400 voluntarios– advierte que un 12 por ciento de los atendidos son trabajadores pobres que no pueden tirar adelante, mientras que el 3 por ciento vive de actividades vinculadas a la «economía sumergida».

Respecto a las ayudas a la vivienda, la organización diocesana ha afirmado que en el último año se ha ayudado a 3.200 personas a acceder a una hogar o a pagar el que ya tienen a través de aportaciones económicas directas, mediación con los bancos u ofreciendo pisos y alternativas habitacionales de todo tipo.

En cuanto a la crisis de los refugiados, la entidad alojó en pisos particulares a 35 refugiados procedentes de Ucrania, Siria o Palestina, entre otros países, y recogió aproximadamente 120.000 euros, que fueron enviados a entidades locales que colaboran directamente con los refugiados desde Siria, Grecia, Jordania o el Líbano.