Cataluña destina un 2,8% del PIB a Educación, lo mismo que Laos o Perú

La fundación Bofill calcula que habría que invertir 5.026 millones para alcanzar niveles europeos.

Cataluña destina un 2,8% del PIB a Educación, lo mismo que países como Perú, Laos o Liberia. Así, parece un milagro que los alumnos obtengan resultados «razonables», en la media de la OCDE. Nada más lejos de la realidad. Tal prodigio es obra de muchos profesores que con su «compromiso y profesionalidad» hacen funcionar un «sistema infrafinanciado de forma escandalosa».

Esta fue la principal conclusión del informe que cada año elabora la fundación Bofill, una radiografía del estado del sistema educativo en la comunidad catalana. Los 20 expertos que contribuyeron a la realización de este anuario coincidieron en señalar como máxima prioridad el aumento de la inversión en Educación para igualarlo primero a niveles estatales –España destina un 4,5% del PIB– y después al europeo, cuya inversión media es del 5,3% del PIB. Para ello, dicen, habría que invertir un total de 5.026 millones para alcanzar los 10.800 millones que hacen falta para alcanzar este objetivo.

Desde 2009 y hasta 2013, los peores años de la crisis económica, la Generalitat recortó en Educación 1,264 millones y pese a que ha ido revirtiendo esta situación y aumentando progresivamente el gasto hasta un 7%, «no ha sido suficiente», señaló ayer el coordinador del estudio José Maria Villalta. En el capítulo «El impacto de la crisis y de las políticas de austeridad en el sistema educativo», su autor Xavier Martínez-Celorrio, señaló que todavía debe aumentarse otro 9% el presupuesto para situarse a los niveles pre crisis. Ahora, «estamos a niveles de Perú o Laos», apostilló.

Entre las partidas más castigadas por el tijeretazo presupuestario del Govern y que no se han restablecido está la investigación educativa, la formación del profesorado, y las ayudas al comedor y las actividades extraescolares.

Además de «duplicar» el gasto educativo, el director de la fundación Bofill, Ismael Palacín, señaló dos déficitque deben solucionarse con urgencia: la integración de los alumnos inmigrantes y la tasa de abandono escolar., que se sitúa entorno al 22%.

Según los expertos de este informe, el abandono escolar prematuro no tiene que ver con el número de alumnos inmigrantes, el gasto por estudiante o la desigualdad, sino con un mercado laboral que hace reclamo directo al no exigir una titulación superior a la Secundaria. «Si se exigiera que los camareros tuvieran educación superior no habría abandono prematuro», expresó el investigador Miquel Puig, responsable del capítulo que el anuario dedica a esta problemática. Para combatirla, Puig apuesta por reformar la ESO, elaborar horarios adaptados, potenciar la participación de los alumnos y garantizar la estabilidad del profesorado». No obstante, son los inmigrantes los que antes dejan de estudiar, por ello se pide un plan de choque que fomente el plurilingüismo en las aulas y mejorar la calidad de la lengua extranjera.