París

Cine en papel

Una exposición reúne diferentes documentos relacionados con la publicidad del séptimo arte

El cartel para la película «La Marieta de l'ull viu», una producción catalana de 1927
El cartel para la película «La Marieta de l'ull viu», una producción catalana de 1927larazon

BARCELONA- Desde que los hermanos Lumière presentaron su invento públicamente, el cine ha necesitado de la publicidad para darse a conocer mejor, algo que aún hoy es evidente en la divulgación de los últimos estrenos de la cartelera. El Museo del Cine de Girona dedica una extensa exposición a estos materiales reuniendo programas de mano, carteles, cromos, fotográfias y otros productos de papel que tenían como objetivo promover lo que el público podía encontrarse en las salas entre los años 1895 y 1980.

La muestra se abre con los primeros materiales de divulgación, los que empleaban los Lumière, como un cartel de 1895 y que remite a cuando los dos hermanos estrenaron su invento en París durante una sesión de la Société d'Encouragement à l'Industrie Nacional. Fue la presentación de «Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir», considerada como la primera película de la historia.

Primeros mitos

En la exposición podemos conocer también la creación de los primeros mitos de la pantalla. Uno de esos casos es el de Max Linder, para muchos el predecesor de la mirada cómica que aplicaría Charles Chaplin a su Charlot. En el museo encontramos programas de mano o cromos en los que el protagonista es Linder en todo su esplendor. Lo mismo pasa con la publicidad en la que reina la efigie de Rodolfo Valentino, uno de los más grandes astros del cine mudo.

Si hubiera que señalar un medio principal en el terreno publicitario para la promoción sería el cartel el protagonista indiscutible. El estilo que hoy conocemos, una combinación de palabras e imágenes en un formato atractivo, se remonta a 1870, con la mejora de la tecnología para la impresión litográfica, todo ello gracias a la buena mano de Jules Chéret. A él se le debe el proceso de los tres colores, convirtiendo el cartel en un medio para la divulgación de masas.

A partir de los años 20, con la inauguración de las grandes salas de cine, los estudios apuestan por la contratación de artistas consagrados para diseñar los carteles de las películas más importantes. Igualmente es en este tiempo cuando se opta por retratar a los protagonistas de las producciones, dejando a un lado el plasmar una escena del film.

Otro elemento importante, surgido en la década de 1910, fue la aparición de las llamadas «lobby cards», aquellas carteleras con una imagen fotográfica de una escena de la película. Hasta los años 50 fueron en blanco y negro, algunas de ellas coloreadas a mano. Con la llegada de las multisalas desaparecieron de las promociones.

Girona nos ayuda a conocer también algunos de los grandes cartelistas de nuestro país, como Antoni Clavé o Josep Renau, ambos muy importantes en los años republicanos.

- Dónde: Museo del Cine. Colección Tomàs Mallol. C/ Sèquia, 1. Girona.

- Cuándo: Hasta el 26 de enero.