Barcelona
Colau acude a Madrid a pedir un referéndum
La alcaldesa entra en campaña y perfila a Iglesias como el único capaz del desbloqueo en Cataluña
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, viajó ayer hasta Madrid para hacer un ejercicio de pedagogía de la cuestión catalana y, sobre todo, para lanzar un mensaje de campaña a las puertas de las elecciones generales. Colau, que cierra la lista de En Comú Podem –una confluencia de Podem, BComú, Iniciativa y Esquerra Unida– ,pidió a los ciudadanos de la capital y del resto de España que «pierdan el miedo» a la celebración de un referéndum en Cataluña y a «no verlo como una amenaza».
Precisamente, la celebración de una consulta vinculante fue una condición sine qua non «impuesta» por BComú para ir en coalición con Podemos. Por eso, el miércoles pasado, Pablo Iglesias se vio obligado a modificar su programa electoral para añadir una referencia explícita a un referéndum en Cataluña, ya que este se limitaba a reconocer el derecho de las autonomías a celebrar consultas.
Ayer, la primera edil de Barcelona dio su primera conferencia formal en Madrid, en el club Siglo XXI, arropada por unos cuantos alcaldes del cambio, con Carmena como anfitriona. En un claro acto de campaña, defendió que la celebración de una consulta en Cataluña para que decida su encaje en España es la única salida viable «a la situación de bloqueo actual». «En Escocia salió que no y no ha pasado nada», apostilló para defender que «hay que perder el miedo» a este tipo de votación.
Propugnó que sólo Podemos puede desencallar la situación, tal y como defiende Iglesias, ya que «la reforma federal que propone el PSOE no es factible»: «Tendría que pactar con PP y C’s y ellos no están por la labor», argumentó. Colau tampoco ve viable la desconexión que proponen Juns pel Sí y la CUP porque una declaración unilateral de independencia «necesita una amplísima mayoría social y esa no es la situación». En este contexto, pidió a CDC y ERC que prioricen la formación de gobierno con una figura dintinta a Artur Mas, del que dijo «tiene una obsesión por mantenerse en el poder». Y volvió a hacer un guiño a la CUP al alabar su «coherencia» por no investir «president» al convergente.
La alcaldesa no dará sorpresas en campaña y, seguramente, mostrará la misma postura ambigua que ha mantenido hasta ahora con respecto al proceso soberanista y que tan buenos frutos le dio en las elecciones munipales. Votó «Sí-Sí» el 9-N pero «no es independentista». Votó en contra de la adhesion de Barcelona a la Asociación de Municipios por la Independencia pero votaría a favor de la desconexión con España «dependiendo de las propuestas», según afirmó ayer. Falta por saber si esa misma estrategia le servirá también a Iglesias el 20-D.
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