Colau declara la guerra a los «segways»

Prohíbe su circulación en el Frente Marítimo hasta que el Ayuntamiento de Barcelona elabore una normativa propia.

Quien haya decidido escapar alguna vez de la vorágine del tráfico urbano en Barcelona paseando por sus zonas peatonales, habrá podido comprobar que quizá no sea tan buena opción. Sobre todo en Ciutat Vella y el Paseo Marítimo, los lugares preferidos por los turistas. De ser incómodo, caminar por allí se ha vuelto un deporte de riesgo.

Ahora, ya no sólo hay que esquivar bicicletas y patines. De un tiempo a esta parte, han aparecido una gran variedad de transportes que campan a sus anchas porque no existe normativa que pueda limitar su circulación. Es el caso de los llamados «segways» ( y variantes), un vehículo eléctrico de dos ruedas utilizado por muchos turistas para visitar la ciudad sin esfuerzo físico alguno. El problema es que muchos vecinos están hartos de los desmanes provocados por estos patinetes: Su uso se ha vuelto incívico, la velocidad a la que pueden circular no se tiene en cuenta y muchos se trucan para que alcancen los 40 km/hora, lo que ha provocado más de un susto.

La queja vecinal ha provocado que el Ayuntamiento haya decidido estrechar el cerco a los «segways». A la espera de que se cocine una normativa propia para estos vehículos, el gobierno municipal ha decidido limitar su circulación por el Frente Marítimo al menos durante este verano.

La normativa municipal permitía que los vehículos eléctricos que midieran menos de 80 centímetros de anchura, pesaran menos de 25 kilos y dispusieran de una velocidad máxima de 25 km/h, como los «segways» o los «trixis», pudieran circular por la ciudad como cualquier otra bicicleta. Pero en marzo, Ada Colau decidió actuar contra su proliferación y mal uso aprobando una moratoria a la apertura de nuevas empresas dedicadas a estos trastos y restringiendo las zonas de circulación atendiendo a «las características y tipología de la vía», aunque advirtió que también en función de las circunstancias, podría variar o suprimir las calles por las que se permitiría circular. Y así ha pasado. Dada la máxima afluencia que registra en esta época el paseo marítimo, el gobierno municipal ha decidido eliminar esta ruta para los vehículos unipersonales e incrementar la vigilancia sobre los que no estén homologados.

Mientras, se reúne con la oposición y entidades del sector para elaborar la nueva ordenanza de estos dispositivos. Esta determinará qué ciclos de más de dos ruedas pueden circular por aceras, andanas y paseos, parques públicos y carriles bici, y a qué velocidad. Se está analizando también cuáles requerirán una identificación y seguro, y si deben incorporar luces.