Colau insinúa que utilizará la cuestión de confianza para aprobar las cuentas

La oposición califica de «pantomima» la última oferta de diálogo del gobierno municipal.

Entre los debes que arrastra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, desde que accedió al cargo destaca sin duda su poca capacidad de negociación. Colau ha conseguido arrancar acuerdos puntuales con ERC o la CUP, al margen de la entrada del PSC al gobierno, pero los grandes temas de ciudad como los presupuestos o las ordenanzas fiscales acaban enterrados en algún cajón. Todo parece indicar que los presupuestos de este año van a correr la misma suerte. Aunque con matices. Colau parece tener bastante asumido que aprobará las cuentas con una argucia legal que ya usó el ex alcalde Xavier Trias en la pasada campaña electoral. Es decir, una cuestión de confianza que, ante la falta de un candidato alternativa, le valdría a Colau para sacar adelante los presupuestos. Aun así, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, Gerardo Pisarello, hizo ayer un último llamamiento al diálogo aunque con poca convicción.

En cualquier caso, la comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona inició ayer el trámite de aprobación de los presupuestos para el 2017. Por ello, Pisarello explicó que ha mantenido en los últimos días y hasta este jueves reuniones con los diferentes grupos municipales, a los que ha ofrecido la creación de mesas políticas en las que debatir temas que causan preocupación, como la vivienda, el empleo o la venta ambulante irregular. No obstante, Pisarello insistió en que Barcelona tendrá presupuestos «sí o sí», por lo que el camino hacia la cuestión de confianza parece a todas luces abonado.

El límite de este acuerdo está fijado en el próximo martes, día 15, cuando está prevista una reunión de la comisión de Economía del Ayuntamiento, en la que el gobierno municipal (Bcomú y PSC) espera que el resto de grupos apruebe la propuesta de presupuestos a partir de la cual empezar a dialogar. Pisarello señaló que «no tiene sentido plantear que el Ayuntamiento sea moneda de cambio» para la aprobación de los presupuestos de la Generalitat, en relacion con la propuesta de ERC.

El concejal del PP en Barcelona Javier Mulleras, por su parte, aseguró que Ada Colau está «cada vez más aislada, sí o sí». A su juicio, «es curioso que el gobierno municipal quiera negociar sin dar ningún detalle concreto». Lamentó, además, que la propuesta incluya exceder la regla de gasto, por lo que se debería elaborar un Plan Económico Financiero (Pef).