Colau se enfrenta al comercio por el encendido de la luces de Navidad

El gobierno municipal de Ada Colau sabe hacer amigos en el comercio barcelonés. Primero les quitó las pista de hielo de la plaza Cataluña y ayer anunció que el encendido de las luces de Navidad tendrá lugar una semana más tarde para ahorrar, esto es el 1 de diciembre. Y haciendo bueno aquello de Dios aprieta pero no ahoga, el Ayuntamiento pondrá en marcha un plan de choque de 150.000 euros para apoyar al comercio de proximidad en los barrios más sacudidos por la crisis.

Cabe destacar, sin embargo, que no es el primer encontronazo entre el Ayuntamiento y los comerciantes por las luces de navidad. Hace poco, el gobierno municipal ya lanzó un globo sonda asegurando que esta actividad ya había alcanzado su nivel máximo y estaban buscando otras fórmulas para promocionar el comercio en esas fechas. Nada más lejos de la realidad, al menos este año se mantendrán los kilómetros y los horarios de alumbrado. Tal y como explicó el teniente de alcalde Gerardo Pisarello, el ayuntamiento pospone hasta el año siguiente el debate sobre el modelo. El Consistorio quiere encontrar una fórmula que sea más sostenible, «destinada a ahorrar electricidad incluyendo calendarios más racionales en las fiestas», afirmó el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello. Al fin y al cabo, con la reducción de una semana de luces, el Ayuntamiento conseguirá un ahorro del 20 por ciento en la factura eléctrica, según explicaron. Así las cosas, el encendido se realizará el 1 de diciembre en lugar de la última semana de noviembre.

El presidente de la Fundación Barcelona Comercio, Vicenç Gasca, lamentó la decisión de aplazar su encendido y criticó que se haga en martes, una jornada que queda descolgada, fuera del fin de semana. Aún así, el presidente del ente comercial celebró que se mantenga el horario y, de cara al próximo año, confía en que habrá entendimiento con los cambios propuestos por el gobierno de Barcelona en Comú.

También se opone a este cambio del día del encendido de las luces de Navidad la Confederación de Comercio de Cataluña, que considera que la fecha elegida –el 1 de diciembre– no se adecúa a las necesidades del sector. La entidad critica que con esta fecha se dejan fuera iniciativas como el Black Friday, y añade que esto puede incidir negativamente en una de las épocas de mayor consumo. Además, los comerciantes también lamentan «que el Ayuntamiento no les haya ni consultado ni informado de la medida». Por todo ello, piden que el consistorio rectifique y empiece al menos el fin de semana anterior.

Oposición

Entre la oposición tampoco ha sentado demasiado bien la idea. Sobre todo porque Colau, con sus escasos once concejales, tiene la costumbre de tomar las decisiones unilateralmente. El presidente del grupo Popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, acusó a la alcaldesa de «censura navideña al recortar en días y horas el encendido de las luces de Navidad, cuando lo que habría que hacer –a su juicio– es ampliarlos». Para Fernández, Colau «debería abandonar su prepotencia y su autoritarismo para consensuar con el comercio de Barcelona el encendido de las luces y otras medidas que les ayuden en Navidad, una época que es clave para sus ventas anuales».