Conocer o no conocer a alguien

Helena Tornero estrena en el TNC la obra «El futur», un viaje sin retorno hacia todo aquello por venir

Cuando Silvia salió a pasear nunca imaginó que aquello sería la última frase que alguien podría decir sobre ella. Porque a partir de entonces Silvia sólo salía a pasear. ¿Dónde está Silvia?, preguntaba la gente y la respuesta sonaba en coro, ¡ha salido a pasear! Nadie sabía dónde había ido a pasear ni cuando, sólo sabían que había salido a pasear. ¿Pero si ya ha salido, no estará paseando simplemente? preguntaban los más necesitados de cariño, pero no, Silvia había desaparecido para siempre en este hecho simple, salir a pasear.

Tomás, su novio de los últimos tres años, decidió desesperado ir en su búsqueda. Salió también a pasear. Tampoco sabía a donde ni cuándo, pero decidió que si Silvia había salido a pasear, la única manera de encontrarla sería salir a pasear también. El chico cogió su abrigo y se lanzó a la calle. ¿Dónde está Tomás?, preguntó aquella noche su preocupado padre. Ha cogido su abrigo y se ha lanzado a la calle, le dijo su mujer y aquella misma noche lloraron desconsolados en la vieja cama de su hijo de cuando era pequeño. Ya no sabían nada más de él.

Algo se había roto, algo encerraba a las personas en un presente reducido, mínimo, en una acción que los desvirtuaba, los caricaturizaba en una especie de esplendor que sólo brilla para que nadie lo vea.

Raquel, la hermana de Silvia, decidió que iba a recuperar el futuro para su hermana, le iba a dar un más allá de sí misma. Y lo que decidió fue convertirse en su hermana. Se tiñó el pelo, se puso su ropa, incluso insistió a todo los demás que le llamasen Silvia. «Silvia, si ves a tu herman, dile que la queremos», le dijo aquella noche su madre y Raquel vio por primera vez que en la piel de otro se sentía diferente. Su madre le había dicho que la quería mil veces, pero nunca de esa forma.

Así que salió a pasear y así recuperó a su hermana y así recuperó al futuro, porque el futuro nunca es un lugar a donde ir, sino un lugar de donde volver. ¿Cómo lo has hecho? le preguntó Silvia, la primera, a su hermana Raquel. «La única forma de poder crear un futuro del que volver es ir en contra de todo lo que hemos aprendido, desconocernos por completo, y volver a empezar. La única forma de crear un futuro no es conocerte a tí mismo, sino conocer a los demás, pues sólo a través de ellos puedes verte a ti mismo», sentenció Raquel y le dijo a su hermana que ni en broma le iba a devolver su ropa.

La dramaturga Helena Tornera lleva a la Sala Tallers del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) la obra «El futur» una especie de «road theater» que nos presenta a cuatro personajes presentes y cuatro ausentes viajando por diferentes puntos de la Europa actual. Tornero firma la autoría y dirección de una obra protagonizada por Ester Cort, Júlia Genis, David Menéndez y David Vert. «Ponerse en la piel del otro, esa es la cuestión. Encontrar un lugar, una persona, un grupo de gente al que poder llamar hogar. Un lugar donde la gran aventura no sea conquistar, sino convivir., donde los héroes no sean los conquistadores, sino los cuidadores», señala Tornero.

Un una iluminación expresiva y una puesta en escena que obliga a mirar a los ojos a los persoanjes, este drama épico cierra en punto alto el ciclo de Teatro para Jóvenes del TNC.