ERC

De Gispert hace propósito de enmienda aunque sin pedir excusas

La presidenta propició que PP y C's abandonaran la última sesión plenaria

La presidenta fue acusada de poca imparcialidad en el pasado debate parlamentario
La presidenta fue acusada de poca imparcialidad en el pasado debate parlamentariolarazon

Barcelona- La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, quiso cerrar ayer la agria polémica que la enfrentó con PP y Ciutadans con propósitos de enmienda pero sin pedir perdón. La presidenta admitió que podría haber llevado mejor el pasado debate parlamentario y pidió a las formaciones «no tensar la cuerda» para evitar «altercados» e «incidentes lamentables».

PP y Ciutadans solicitaron el pasado viernes 11 de octubre la convocatoria de una Junta de Portavoces extraordinaria para tratar el rifirrafe en el Parlament del día anterior, cuando los diputados de ambos grupos abandonaron el hemiciclo tras una discusión con la presidenta de la cámara. A su juicio, de Gispert no actuó con la ecuanimidad que requiere su cargo al conceder los turnos de palabras durante una moción de condena al franquismo. La presidenta, sin embargo, tachó su actitud de «vergonzosa» al dejar el Parlament y el PP amenazó con pedir su dimisión si no se disculpaba. El portavoz popular en la cámara catalana, Enric Millo, expresó su preocupación por la «degeneración progresiva» del debate parlamentario en las formas y el respeto, aunque acogió bien el compromiso de de Gispert para que hechos como éste no vuelvan a repetirse y de que tratará a todos los grupos con equidad, a la vez que reconoció que «ella también se equivoca». «El PP tendrá una actitud vigilante a partir ahora en el debate parlamentario para ver si este reconocimiento y compromiso se llevan a cabo y, si no, actuaremos en consecuencia», dijo Millo.

La presidenta del Parlament, por su parte, aseguró que «intentará cuidar más la atención a los diputados», después de que varios grupos de la oposición hayan considerado que no actúa con equidad, objetividad e imparcialidad. De Gispert, asimismo, rechazó que el incidente del Parlament se deba a una fractura social: «No hay fractura social. Hay un pueblo diverso, que es diferente». Desde Ciutadans, su portavoz, Jordi Cañas, expresó su deseo de que la presidenta de la cámara cumpla su compromiso de «redoblar los esfuerzos» para actuar con ecuanimidad.

La presidenta aseguró, pese a las críticas, que siempre ha llevado los debates con «imparcialidad y objetividad, aunque algunos grupos no lo vean igual». De Gispert añadió que «contra las percepciones, no puedo hacer nada pero intentaré hacer un sobre esfuerzo, estar más alerta en los debates. Procuraré continuar siendo la presidenta de todos». No obstante, la presidenta anunció que será más estricta en la aplicación del reglamento y que va limitar el turno de palabras por alusiones.