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«De niño soñaba con ser Maurice Jarre»

El compositor francés Alexandre Desplat lleva al Auditori sus bandas sonoras de Oscar.

Alexandre Desplat cuando ganó el Oscar por «El gran hotel Budapest»
Alexandre Desplat cuando ganó el Oscar por «El gran hotel Budapest»larazon

El compositor francés Alexandre Desplat lleva al Auditori sus bandas sonoras de Oscar.

Cuando era un niño, Alexandre Desplat tenía sueños raros. Con un amigo, jugaban a ser Maurice Jarre y componer bandas sonoras de las mejores películas de Hollywood. Está claro que sólo los sueños raros se cumplen. El compositor francés tenía 21 años cuando empezó a soñar despierto. El director de un cortometraje le pidió ayuda para poner música a su trabajo. «Sólo me puso una condición, quería que sonase a Hollywood», comenta Desplat. Eso hizo, reunió a músicos de su conservatorio y juntos crearon esta primera banda sonora. «A partir de aquí me llamó un director y otro y otro hasta saltar a Hollywood», dice.

Después de un Oscar por «El gran hotel Budapest» y las bandas sonoras de películas como «La joven de la perla», «The imitation game», «El discurso del rey», «El curioso caso de Benjamin Button» o «Harry Potter y las reliquias de la muerte», Desplat dirige el 22 y 23 de diciembre a la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC) con los grandes éxitos de su carrera, en la que suma más de 100 trabajos audiovisuales. «Vivo como un samurai. Té verde, deporte, calma, silencio y concentración. Me encanta este trabajo», señala el compositor.

Un artista sin libertad

Adorador máximo de John Williams, «mi compositor fetiche y gran maestro», su ambición es máxima. «Si alguien tiene el teléfono de Steven Spielberg, que me lo dé», bromea, por si WIlliams decide retirarse. Lo que está claro es que trabajo no le falta. De momento, está enfrascado en la nueva película de Wes Anderson, con el que ya ha trabajado en cuatro ocasiones. «Es muy divertido trabajar con él. Los compositores no somo libres, siempre estamos delimitados por el marco que nos ofrece el director, pero con gente como Anderson, lo que hay dentro de ese marco es tan rico, único e inspirador que ponerle música es una delicia», asegura.

Su trabajo en una película es integral, y para aceptar el reto necesita estar inspirado por los cinco ejes de cualquier película, «el director, el casting, el guión, la ambientación y el productor». «Me gusta no limitarme a “blockbusters” y alterar películas americanas y europeas. Eso sí, lo que siempre es igual es el miedo y las dudas a la hora de iniciar el trabajo», comenta Desplat.

Hijo de padre francés y madre griega, que se conocieron en Estados Unidos, esta mezcla cultural ha sido clave para otorgar a sus composiciones de un toque especial. «Me influeyen desde el jazz y los clásicos de película como Bernard Hermann a la poesía francesa de Ravel y Debussy. Eso es la clave de mi toque personal», reconoce Desplat. Colaborador habitual de Roman Polanski, George Clooney o Tom Hopper, todavía espera «encontrar un joven director con un universo propio y poder aportar mi granito de arena». Espérenlo de nuevo en los Oscar con «American Pastoral», «Florence Foster Jenkins» o «Mascotas».