Política
El arzobispo Omella apela a evitar caer en la «división»
Realiza una homilía de marcado carácter político y pacifista, ante la ausencia de nuevo de Colau
Parecía inevitable, y sucedió. Como no podía ser de otra manera, la misa por La Mercè de este año tuvo un marcado cariz político, debido al «procés» soberanista. Se notó en el oficio del cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella.
En una abarrotada basílica de la Mercè, con decenas de personas en las puertas y con un ambiente muy festivo en la plaza adyacente, Omella, ofreció una misa que invitó a la concordia.
Concretamente, pidió evitar caer en la «tentación de la división, de la confrontación, de la imposición de nuestras maneras de ver y de construir el mundo».
En su homilía, Omella pidió también «paz y tranquilidad para nuestro mundo y, de manera especial, para nuestro país». Añadió que desea que la patrona de Barcelona nos ayude a «buscar y favorecer lo que nos permita vivir en respeto y en paz».
«En este tiempo de incertidumbre que nos toca vivir, sé tú quien anime y agrande nuestra alegría y nuestra ternura. Acoge todas nuestras súplicas, para que podamos llevar una vida en paz y tranquilidad», pidió Omella a Santa Maria de la Mercè, y defendió ser testigos valientes y humildes de esperanza para todos, especialmente para los más deprimidos y necesitados.
Recordó que este año se conmemoran los 800 años de la fundación de la Orden de la Mercè, que se ha convertido en este tiempo en un «árbol frondoso que se ramifica en los cinco continentes».
Lo dijó ante la presencia del president de la Generalitat, Quim Torra, en su primera Mercè, y acompañado de su esposa, Carola Miró.
También asistieron, entre otras autoridades, el Inspector General del Ejército, fernando Aznar Ladrón de Guevara –que saludó con naturalidad a Torra–; la subdelegada del Gobierno en Barcelona, Montserrat García Llovera; y algunos líderes de los grupos municipales, como Xavier Trias de PDeCAT, Carina Mejías de Cs, Alfred Bosch de ERC, Jaume Collboni de PSC y Alberto Fernández de PP, entre otros concejales y autoridades.
Destacaron las ausencias, de nuevo, de la alcaldesa, Ada Colau, por parte de Barcelona En Comú, y de algún representante de la CUP, que tampoco asisten nunca.
Al finalizar la misa, Colau sí que estaba presente, y junto al presidente del Parlament, Roger Torrent, encabezó la tradicional comitiva desde la basílica hasta la plaza Sant Jaume, donde se llevaron a cabo diversas actividades festivas, como «castellers», y con pancartas reivindicativas a favor del «procés» y por la libertad de los políticos presos, entre otras proclamas separatistas.
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