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El cantante de Def con Dos, condenado por humillar a las víctimas, invitado por Colau a un congreso contra el odio

César Strawberry participa como ponente en unas jornadas que debaten cómo combatir la intolerancia en las redes sociales

El líder de Def Con Dos, César Montaña Lehmann, César Strawberry.
El líder de Def Con Dos, César Montaña Lehmann, César Strawberry.larazon

César Strawberry participa como ponente en unas jornadas que debaten cómo combatir la intolerancia en las redes sociales

El Ayuntamiento de Barcelona celebra el próximo jueves y viernes un congreso bajo el nombre “Controlate en las redes”, cuyo objetivo es analizar estrategias para combatir la intolerancia en las redes sociales. Para ello han invitado a un plantel de ponentes de distintos ámbitos tanto de España como de otros países.

Hasta ahí, todo bien. Lo sorprendente es ver cómo, al comprobar el programa, vemos que a una de las mesas redondas, “Potencial y límites de los medios legales como una estrategia de lucha contra el odio en las redes sociales”, uno de los invitados es César Strawberry, al que presentan como “escritor, compositor, cantante y representante del grupo Def con Dos”.

Lo que no explican en el programa del congreso es que Strawberry, cuyo auténtico nombre es César Agusuto Montaña Lehmann, está condenado a un año de cárcel por el Tribunal Supremo por un delito de enaltecimiento del terrorismo o humillación de las víctimas cometido al difundir mensajes de burla en la red social Twitter.

El músico habría cometido el delito por el que ha sido condenado entre noviembre de 2013 y enero de 2014 al mencionar en sus mensajes, entre otras personas, al funcionario de prisiones secuestrado por ETA José Antonio Ortega Lara, así como a los GRAPO.

El Supremo estimó un recurso de la Fiscalía y anuló la absolución de Montaña Lehmann dictada en julio de 2016 por la Audiencia Nacional. Consideró que fueron mensajes de humillación y burla que “alimentan el discurso del odio, legitiman el terrorismo como fórmula de solución de los conflictos sociales y, lo que es más importante, obligan a la víctima al recuerdo de la lacerante vivencia de la amenaza, el secuestro o el asesinato de un familiar cercano”, sin que la provocación, la ironía o el sarcasmo (el ‘nihilismo surrealista’ en palabras del acusado) que animan sus comentarios hagan viable una causa supralegal de exclusión de la culpabilidad.

Bien es cierto que en el programa elaborado para el Congreso no específica si Strawberry está invitado en su calidad de condenado y como ejemplo de llevar el odio a las redes sociales.