El desafío independentista
El caso Palau pone contra las cuerdas a Puigdemont
La CUP avisa de que si el ex president no da explicaciones sobre la corrupción de CDC, no le dará el apoyo para que sea investido.
La CUP avisa de que si el ex president no da explicaciones sobre la corrupción de CDC, no le dará el apoyo para que sea investido.
Aunque desde que emergiera Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat ha parecido estar aislado de toda la corrupción que arrastraba Convergència –a diferencia de su antecesor Artur Mas–, la sentencia del caso Palau ha desdicho esta percepción y ha acercado su figura al pasado negro del PDeCAT. Esto ha sido así después de que la CUP y los «comunes», además de C’s, hayan empezado a pedirle explicaciones y responsabilidades sobre este asunto. Especial importancia tienen los anticapitalistas, que tienen en sus manos la investidura del ex president, y han aprovechado el fallo judicial para redoblar sus exigencias.
Ahora, ya no se limitan a pedir la materialización de la república catalana y el regreso a la vía unilateral, sino que también condicionan la investidura a que Puigdemont, así como el PdeCAT y Convergència, den explicaciones y reconozcan sus responsabilidades en el caso Palau, reparen los daños con el abono del dinero sustraído –6,6 millones de euros– y dar garantías de que no se reproducerán estas conductas. Y es que como han coincidido todas las formaciones políticas, los anticapitalistas también pusieron el foco en el cambio de siglas como medio para desterrar todos los lastres del pasado. «No vale con un cambio de nombre», atizó la portavoz del secretariado, Núria Gibert, quien insistió a todo el entorno convergente que ya no tienen cómo escudarse: «Hoy es importante decir que ya hay sentencia firme y ya no son rumores. Hoy tenemos el 4 por ciento acreditado».
Y es que los cuperos, que lo hacen de forma más explícita que ERC, que ha reaccionado de forma muy timorata a esta sentencia por el contexto político, siempre han puesto el grito en el cielo contra los casos de corrupción de los neoconvergentes, que han visto como una losa para el procés. Por ello, también sitúo esa necesidad de asumir responsabilidades en clave independentista: «Es una cuestión que condiciona la salud democrática del proyecto ambicioso que es la república, y quien no esté dispuesto a hacerlo tendrá que dar explicaciones».
Más allá de la CUP, los «comunes» también se mostraron ostensiblemente enfurecidos y pidieron explicaciones a Puigdemont. Aunque ya en campaña dejaron claro que no iban a facilitar de ninguna manera una investidura del ex president, porque ya le asociaban con el pasado convergente, la sentencia del caso Palau ha alimentado todavía más su posición de rechazo. De explicitarlo se encargaron tanto la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, como la número dos de Catalunya en Comú, Elisenda Alamany. Para ambas, el intento del PDeCAT por desvincularse de Convergència es tomar a la «gente por tonta» e insistieron en enfatizar que la candidatura de JxCat es una coalición del PDeCAT y JxCAT. «Puigdemont debería romper el carnet del PDeCAT, porque ahora mismo es el rostro visible de la coalición», aseguró Alamany.
La razón de la coalición entre Convergència y el PDeCAT fue obtener el provecho de las dos formaciones para la campaña electoral. De esa manera, JxCat tenía derechos a los espacios publicitarios o a participar en los debates electorales, además de recibir financiación.
También, con la misma línea argumental, la líder de C’s, Inés Arrimadas, consideró que Puigdemont ya no puede ser president por la condena de Convergència y por estar fugado de la justicia española.
Jura de la Constitución
Aunque los letrados del Parlament avisen de que no puede ejercer de president a distancia, Puigdemont y los suyos son tozudos y no tiran la toalla. El president cesado se reunió ayer, a través de videoconferencia, con los miembros del grupo parlamentario de Junts per Catalunya (JxCat) en una sala del Parlamento catalán, víspera del pleno de constitución. Llamó a «romper los barrotes fanáticos» que encarcelan al expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, y el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart. Lo hizo en un apunte en Twitter recogido por Europa Press el día en que se cumplen tres meses del encarcelamiento de Sànchez y Cuixart por el proceso independentista. «Si la justicia existiera, estaríais abrazando a la familia y respirando el aire de nuestra tierra, que os echa de menos, os quiere y se mantiene firme, pese a todos los envites, para romper los barrotes fanáticos que os mantienen presos desde hace tres meses. ¡Ganaremos!», avisó.
Para conmemorar los tres meses de encarcelamiento de los «Jordis», las entidades soberanistas salieron a la calle para protestar por el encarcelamiento de sus lídera bajo el lema «somos gente de paz». Los independentistas siguen movilizados y esta capacidad que tienen de no quedarse en casa jugaría a favor del soberanismo en caso de repetirse elecciones.
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