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Bruselas

El Govern ve insuficiente la subida del déficit medio punto

Esquerra se niega a aprobar los presupuestos con un techo del 1,2%

La Razón
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barcelona- Cataluña había paralizado los presupuestos a la espera de que el Gobierno flexibilizara el déficit autonómico. Quería oxígeno de cara a dibujar unas cuentas en las que se planeaban unos recortes de hasta 4.400 millones, que ERC se opone frontalmente a aprobar. Sin embargo, el anuncio realizado ayer tras el Consejo de Ministros de aumentar medio punto el déficit autonómico, pasando del 0,7 por ciento del Producto Interior Bruto al 1,2, no satisfizo a la Generalitat. Ni tampoco a ERC, que mantiene su posición de no apoyar las cuentas a pesar de su compromiso de legislatura.

Desde la Generalitat se esforzaron por contentar a sus socios con una beligerancia que rápidamente hizo olvidar que pasar del 0,7 al 1,2 por ciento supone un avance notable, que en números se traduciría en unos 1.000 millones menos de recorte. El presidente de la Generalitat fue el primero en hacer una valoración sobre el anuncio del Gobierno y dejó claro que subir medio punto «no es suficiente para ayudar a levantar el país». A su juicio, «le interesa a todo el mundo, a España y a Europa, que Cataluña salga adelante», pero la «mejora» llevada a cabo por el Ejecutivo es «claramente insuficiente para Cataluña porque nos obliga a hacer unos ajustes que hoy ya no son posibles». Para el presidente de la Generalitat, los catalanes no piden nada que no sea suyo sino «lo que generamos con nuestro esfuerzo colectivo diario».

Déficit asimétrico

El Govern entiende que el reparto del déficit tendría que ser «equitativo», de manera que si Bruselas ha fijado el techo en el 6,3 por ciento a Cataluña le correspondería el 2,1. La campaña para que así sea no tardó ni dos minutos en ponerse en marcha, aunque el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, fue realista al dudar de que sea un objetivo factible y apostó por arañar décima a décima. Cada décima supone unos 200 millones más disponibles.

Tras mostrar su «decepción», Mas-Colell denunció el «déficit asimétrico» que, a su juicio, aplica el Ejecutivo porque quiere que las autonomías recorten su déficit diez veces hasta 2016 y la administración central la mitad. «Qui remena l'olla es queda el millor tal», aseguró antes de añadir que «lo lamentamos porque (el Gobierno) no tiene en cuenta los enormes sacrificios en sanidad, educación y otras responsabilidades que tiene las autonomías, responsabilidades que no son menos importantes que las que tiene el Estado». Mas-Colell también puso condiciones a la hora de negociar, apostando por un tú a tú con el Estado, ya que no aceptará que el Gobierno delegue en organismos multilaterales la cifra del déficit con el que podrá contar Cataluña.

Por su parte, Josep Antoni Duran Lleida defendió que el Gobierno pida a Europa «más margen de flexibilización del déficit en su conjunto».

El calendario no juega a favor de la Generalitat de cara a presentar las cuentas de 2013 que puedan satisfacer a sus socios de ERC. De hecho, la formación que encabeza Oriol Junqueras tildó de «disparate social» hacer unos presupuestos con un objetivo de déficit del 1,2 por ciento y por boca del portavoz en el Congreso, Alfred Bosch, aseguró que no los apoyarán. En definitiva, ERC mantiene su apuesta por prorrogar las cuentas de 2012 y, en caso de negociar con el Gobierno, también quiere que se traten otros asuntos, como la deuda con Cataluña o el déficit fiscal. En Convergència también hay partidarios de que Cataluña funcione en tiempo de prórroga.