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El gran Gatsby de los platos

Un documental y una biografía rinden tributo a Aleix Vergés, DJ Sideral (1973-2006), figura clave en la explosión de la cultura de club barcelonesa

El gran Gatsby de los platos
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Aleix Vergés tuvo una de esas vidas que parecen escritas de antemano. Son vidas que caen a gran velocidad, que generan mucha luz, pero que desaparecen pronto. La mayoría lo conocía como Sideral, «disc jockey» clave en la explosión de la cultura de clubs barcelonesa. En esa época se contaban tantas historias sobre él que era imposible reconocer las que eran verdad y las que no. Tanto daba, todas parecían increíbles, pero nadie las ponía en duda. Ése era el grado de su carisma. Las legendarias fiestas de «El gran Gatsby» tenían mucho que ver con sus sesiones en el Nitsa, el Apolo o donde fuese. Todos iban atraídos por un nombre, Sideral, ese misterio de 1,97 metros de altura que capturó como nadie la imaginación y las ansias de toda una generación.

El periodista Héctor Castells, amigo de la infancia de Vergés, descubre la verdad destrás del mito en «Sideral. Estrella Fugada» (Contra), crónica de un hombre insaciable que acabó por devorarse a sí mismo. «Para cualquiera que sueñe con escribir, Aleix siempre fue el personaje más subyugante que podía encontrar, la inspiración más incuestiona. Una estrella, misteriosa, bonita e indescifrable», afirma Castells, que más que una biografía al uso ha escrito una novela generacional.

La historia comienza en 1973, en el seno de una familia burguesa en el que Vergés será el mayor de cuatro hermanos. Llegados a la adolescencia, está claro que no es un chico normal. Guiado por el lema de que es mejor exagerar tus defectos que intentar esconderlos, se convierte en un personaje extremo, siempre con la música como impulso motor. A principios de los 90 irrumpe en la incipiente escena independiente con la banda Peanut Pie, pero su incomodidad por los directos le hará debutar en los platos. Es 1994 y la leyenda comienza. El documental «1994/96 Nitsa Giro Electrónico» explica esos años, cuando a partir del pequeño local de la plaza Llongueras Barcelona empezará a crear su propia cultura de club. «No podía amar. No estaba bien de la cabeza. Aleix ya nació especial, pero nunca pudo madurar. Yo estaba convencido que tenía un plan. Pensaba que iba a ser más listo. Nunca pensé que se fuera a morir. El día que me llamaron y me lo dijeron... creo que todavía estoy enfadado», comenta Gabi Ruiz, responsable del Nitsa/Apolo y el Primavera Sound, en el libro. Porque Sideral, como el gran Gatsby, era mucho más que un mito, era una persona, y sólo las personas hacen llorar.