Parlament de Cataluña

El nuevo Govern se estrena en un Pleno aunque eludirá la sesión de control

Sólo Torra se someterá a las preguntas de la oposición al comparecer para dar cuenta de la estructura del ejecutivo

El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés (c), junto al conseller Ernest Maragall (4d), y la consellera Ester Capella (4i) hace declaraciones a la salida de la cárcel de Estremera, tras visitar a sus antecesores Oriol Junqueras y Raül Romeva. EFE
El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés (c), junto al conseller Ernest Maragall (4d), y la consellera Ester Capella (4i) hace declaraciones a la salida de la cárcel de Estremera, tras visitar a sus antecesores Oriol Junqueras y Raül Romeva. EFElarazon

Sólo Torra se someterá a las preguntas de la oposición al comparecer para dar cuenta de la estructura del ejecutivo.

El aterrizaje del Govern de Quim Torra será suave. Los nuevos consellers, que tomaron posesión el sábado, eludirán hoy la sesión de control en su primer Pleno parlamentario en el cargo. Esto será así porque todo el protagonismo recaerá en el president, que dará cuenta de la estructura, composición y planes de su ejecutivo para esta legislatura. Sin embargo, esto ha enervado a parte de los grupos parlamentarios de la oposición, como C's, que consideran que el reglamento de la cámara catalana obliga automáticamente a que los miembros del gobierno se sometan a las preguntas de los otros partidos en cualquier Pleno.

Este criterio, en cambio, no es del todo compartido por el PP o el PSC, que relativizan esta ausencia de control al considerar que con la rendición de cuentas de Torra ya es suficiente al ser la primer sesión plenaria. Asimismo, en el plenario también volverá a ser protagonista la presencia de lazos amarillos en los escaños. En este sentido, el presidente del Parlament, Roger Torrent, había estado durante las últimas horas tratando de consensuar con todos los grupos una solución, pero el escollo se sitúa en qué lugares se pueden ubicar estos símbolos. Los partidos constitucionalistas y los «comunes» rechazan que se pueden colocar en la bancada del Govern, mientras los independentistas defienden que sí se pueda. Por tanto, hoy la incógnita será saber si vuelven a estar presentes en los asientos del gobierno catalán, una situación que ya desató tensiones en el último Pleno, cuando el portavoz de C's, Carlos Carrizosa, intentó quitarlos y Torrent acabó suspendiendo la sesión.

En todo caso, hoy Torra también tendrá que medirse con la CUP, que día tras día sube el tono por los gestos de distensión y la voluntad de diálogo que está planteando el president con el Gobierno de Pedro Sánchez. Ayer, el líder de los anticapitalistas en el Parlament, Carles Riera, reclamó que «no se engañe un minuto más a la población» ya que consideró que «no es posible un diálogo con una agenda en la que se pueda hablar de autodeterminación». El descrédito que están suscitando los primeros pasos de Torra al frente de la Generalitat es tal que Riera consideró que cuando JxCat ha hablado en los últimos días de no renunciar a la unilateralidad, es un «envoltorio» para esconder las prácticas «autonomistas». «Hay que pasar de las palabras a los hechos», zanjó el líder de sus únicos socios de gobierno, que hoy se encuentran más alejados que nunca, lo que hace pensar que el Govern se quedará sin posibilidad de sacar adelante iniciativas importantes como los presupuestos.

Si bien, esa crispación y desobediencia a la que vuelve a apelar la CUP parece ser el motivo, según entendieron distintos grupos parlamentarios, por los que el letrado mayor del Parlament, Antoni Bayona, ha dejado su cargo. Y es que en los últimos años el cuerpo de letrados de la cámara catalana ha estado constantemente en el ojo del huracán.

Los nuevos consellers visitan a sus predecesores en prisión

Los nuevos consellers del Govern se desplazaron ayer hasta Madrid para hacer un traspaso simbólico de carteras tras visitar a sus predecesores los encarcelados. Así, los consellers Pere Aragonès, Ernest Maragall y Ester Capella visitaron a sus antecesores Oriol Junqueras y Raül Romeva, y vieron «en la distancia» a los también presos Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn. Estos últimos no han podido recibir a sus sucesores porque el Ministerio del Interior no autorizó, «por motivos burocráticos», su presencia en Estremera.