CUP

El Parlament tramita los presupuestos sin comprometer la CUP su voto final

Los antisistema decidirán la suerte final de las cuentas en una reunión de su consejo político el 28 de enero.

El vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía, Oriol Junqueras, ayer, en el Parlament de Cataluña.
El vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía, Oriol Junqueras, ayer, en el Parlament de Cataluña.larazon

Los antisistema decidirán la suerte final de las cuentas en una reunión de su consejo político el 28 de enero.

Junts pel Sí y la CUP actuaron ayer, esta vez sí, como un bloque y unieron sus fuerzas en el Parlament para permitir la tramitación de los presupuestos de la Generalitat de 2017, que, entre otras cosas, incluyen una partida de 5,8 millones para la celebración de un referéndum de autodeterminación y 93 millones para potenciar la Agencia Tributaria de Cataluña, el embrión de la hacienda propia. Los socios soberanistas tumbaron las enmiendas a la totalidad de los grupos de la oposición, aunque la aprobación final de los presupuestos queda en manos del consejo político de la CUP, que se reunirá el 28 de enero.

La formación antisistema lamentó que las cuentas presentadas por el Govern sean demasiado «continuistas» y manifestó su deseo de introducir modificaciones en el proyecto a lo largo de las próximas semanas que sirvan para incrementar la presión sobre las rentas altas y así dedicar el nuevo margen al rescate social. En todo caso, por lo expresado ayer por Eulàlia Reguant, diputada de la CUP, nada parece que pueda distraer a su formación del rumbo secesionista. «Nos mantenderemos firmes en el camino hacia la independencia, sin olvidar la defensa de una sociedad más justa y equitativa», afirmó Reguant.

El vicepresidente de la Generali- tat y conseller de Economía, Oriol Junqueras, fue el encargado de presentar el proyecto presupuestario. Lo hizo orillando en todo momento las partidas relacionadas con el proceso soberanista (referéndum, agencia tributaria y exteriores, entre otras) y centrando su intervención en las nuevas partidas destinadas al gasto social (+1.170 millones respecto a 2015).

La maniobra de Junqueras no impidió que los grupos de la oposición denunciaran con contundencia la obsesión del Govern y de la CUP por someter su proyecto político al objetivo de la independencia. «Usted ha preferido continuar sólo con la CUP como aliado. Ha decidido inmolarse políticamente como Mas y lanzarse contra las rocas. Y ya le avanzo que este choque ni será épico, ni emocionante, ni patriótico. Será gris, oscuro triste y semianónimo», le advirtió el portavoz parlamentario del PP catalán, Alejandro Fernández, en su intervención.

Desde C’s, Antonio Espinosa reprochó a Junqueras «el despilfarro que hace en la Agncia Tributria de Catalunyay en la proyección en el extranjero, un gasto inútil» . El PSC, por su parte, pidió destinar el dinero del referéndum a la renta mínima garantizada.

El vicepresidente optó por realizar una réplica conjunta a los grupos de la oposición en lugar de una individualizada, lo cual molestó a algunos representantes como el portavoz de Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela, que vio en este gesto un síntoma de «inseguridad». Otros diputados de la oposición le reprocharon a Junqueras su «falta de humildad», ya que el vicepresidente se permitió corregir expresiones de los oradores e ignorar sus planteamientos.

El proyecto del Govern prevé unos ingresos adicionales de 110 millones en 2017 (181 millones a partir de 2018) en virtud del aumento de impuestos actuales y de la creación de nuevos tributos como el de las bebidas azucaradas. También prevé un crecimiento del PIB catalán de un 2,7 por ciento en 2017 y cerrar este año con un +3,4 por ciento. Junqueras completó el dibujo macroeconómico critiando al Gobierno por conceder un 0,6 por ciento de déficit a las autonomías.