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El pasmo de la troika

La Razón
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La troika estuvo en España la semana pasada y quedó pasmada. La delegación de las tres entidades que rigen los destinos económicos de los países con problemas en Europa, a saber la Comisión de la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), vinieron la semana pasada para recabar datos. Según las notas que saquemos en ese examen, en la reunión de primavera de la Comisión Europea nos concederán un plazo mayor para que el déficit de nuestras cuentas públicas se sitúe, como máximo, en el 3%, que fija Maastricht. Sin la deuda de 40.000 millones€ de los bancos estamos en el 6,7%, con esa deuda nos situamos en el 10%.

El pasmo de la troika no fue debido a esos datos. Ya los conocían de antemano, pero quieren comprobarlos porque ya no se fían de nadie, y menos desde que Grecia hiciera trampas con la contabilidad nacional. Su asombro fue constatar que sólo el 3% de las familias que tiene contratado un préstamo para pagar sus casas deja de pagarlo. Se hacían cruces, no entendían que con una tasa de paro del 24% la gente siga pagando. La morosidad de los bancos se debe a que los promotores son los que no pagan las hipotecas, no las familias. Aquí la gente se quita de comer para no perder la casa.

Esa la realidad española que a los tecnócratas les cuesta entender, la que refleja que la regulación de nuestro sistema hipotecario no va bien, porque familias que no han estirado más el brazo que la manga, después de haber perdido el empleo tienen que acudir a buscar comida en los bancos de alimentos para seguir haciendo frente a sus pagos.