Cataluña
El pleno presentará medidas «low cost» contra la pobreza
El Govern apuesta por un plan de choque «viable», presupuestado en 270 millones y pide a los grupos que sean «realistas»
El Govern apuesta por un plan de choque «viable», presupuestado en 270 millones y pide a los grupos que sean «realistas»
Los efectos de la crisis económica sobre la población, provocaron que en 2014 la pobreza se colase en la agenda pública y se discutiese por primera vez en el Parlement. Ya no sólo afectaba a inmigrantes y colectivos marginales, sino que se había instalado en muchos hogares autóctonos. En concreto, en Cataluña el riesgo de padecerla aumentó hasta el 21 por ciento. En el caso de las familias con niños, un 32,9 por ciento. El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, avisó que «habían constatado miles de casos de malnutrición infantil», alrededor de 50.000, porque sus padres no podían garantizarles una alimentación adecuada. En muchas casas no entraban ingresos (el caso de 113.000 hogares) y en otros, éstos no alcanzaban para vivir dignamente ( como les ocurría a más de medio millón de catalanes, según UGT).
Pese a lo escalofriante de las cifras, el entonces portavoz del Govern, Francesc Homs, avisó que «la Generalitat no destinaría ni un euro más de lo presupuestado a la lucha contra la pobreza». Unas declaraciones suavizadas por ERC, socio de gobierno. «Los presupuestos no son una roca inamovible», matizaron para calmar los ánimos de oposición y entidades.
Después de una sesión parlamentaria infructuosa –pues de las 150 medidas aprobadas la mayoría se correspondía con iniciativas ya puestas en marcha–, el nuevo Govern intentará ahora sacar adelante un plan efectivo que palíe una dura situación social que no ha revertido.
PSC y Catalunya Sí que es Pot convocaron en diciembre un nuevo plenario sobre emergencia social, que se celebrará finalmente mañana. Ahora, la actitud de la Mesa del Parlament, presidida y compuesta mayoritariamente por Junts pel Sí, es más dialogante y sensible a la realidad social. Se nota la influencia de ERC y la necesidad de mantener a la CUP como socio y no como oposición. Por ello, ayer el portavoz de los republicanos, Sergí Sabría, dijo «estar de acuerdo» en trasladar el plan de choque alcanzado con la formación anticapitalista al pleno de mañana.
Las medidas que se expondrán el miércoles serán calcadas a las presentadas hace dos años: la creación de una renta mínima para las familias sin recursos; consolidar un parque de vivienda público (si bien este es uno de los puntos en los que más se ha avanzado, con la ILP que la PAH impulsó en 2015); y la articulación de un Fondo Solidario para pagar las facturas de agua, luz y gas de las familias que no pueden hacerles frente, serán los ejes principales.
Pese a las buenas intenciones, el Govern avisa que las arcas públicas están esquilmadas y que se corre el riesgo de que muchas de las iniciativas se queden en el cajón. De ahí, que se haya llevado las manos a la cabeza cuando Sí que es Pot propuso destinar 4.000 millones al plan de emergencia social. Fuentes de JxSí aclararon que lo que no están dispuestos a hacer es aprobar propuestas de resolución «que después no se puedan ejecutar por motivos económicos». En este sentido, adelantaron que presentarán un proyecto que no se saldrá de la capacidad presupuestaria que contemplan, alrededor de 270 millones.
El Tercer Sector, consciente de la delicada situación financiera de la Generalitat, solicitó ayer a los grupos que «trabajen para buscar fórmulas viables, posibles» que permitan amortiguar el nivel de emergencia. Y reivindicó un compromiso presupuestario «claro, suficiente y realista». En este plenario y a diferencia de lo que ocurrió en el de 2014, cuando se prohibió la entrada a las organizaciones sociales, será la entidad Pobreza Zero la encargada de abrir la sesión.
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