Barcelona
«Espero que el Paseo de Gràcia no se estropee con el nuevo Gobierno»
Ángela Lara
¿Una tienda como Santa Eulalia, local, familiar, dedicada a la venta de primeras marcas de lujo. ¿Cómo ha sobrevivido a siglo y medio de cambios y contratiempos?
–Por la determinación de una familia. Ha habido muchos momentos en la historia de dificultad y en esos momentos ha sido clave esa determinación íntima de querer seguir y no querer coger el camino más fácil, en el sentido de abandonar y tirar la toalla . Por otro lado también ha sido esencial el mantener un rumbo firme. En 172 años, la tienda ha cambiado mucho porque la moda, la sociedad y la forma de comprar no tienen nada que ver y la tienda se ha adaptado, pero siempre manteniendo tres premisas fijas: ofrecer a una clientela inminentemente local lo mejor del mundo de la moda internacional; ofrecer la mejor atención que podamos al cliente; y tener un tienda bien cuidada y bien localizada.
–¿Es complicado el futuro de las tiendas multimarca?
–Las tiendas multimarca han visto cómo se ha ido reduciendo su cuota de mercado y si hace 20 años en España tenían el 65% de la cuota de mercado, hoy no llegamos al 20%. El formato ha estado en regresión pero hemos llegado a un punto en el que las tiendas multimarca damos algo que el cliente aprecia y por eso creo que nos mantendremos. Muchos clientes quieren tener a su dependiente que les asesore, les ofrezca diferentes marcas, estilos, precios. Y en eso el multimarca es perfecto porque bajo un mismo techo puedes comparar de todo.
–¿Qué papel ha jugado la ubicación de la tienda?
–Si bien el 70% de nuestra clientela es local, también es cierto que tenemos un 30% de turistas, que no hubiéramos alcanzado si estuviéramos en una localización fuera de la zona turística. El Paseo de Gracia nos coge las dos cosas: servimos muy bien al cliente local y también podemos atender a la clientela internacional.
– ¿Y qué aporta Santa Eulalia al Paseo de Gracia?
– Santa Eulalia es de las poquísimas tiendas históricas del Paseo de Gracia, llevamos aquí desde 1941. Una de las cosas malas de la globalización es la estandarización de los formatos comerciales a nivel mundial. Todo pierde interés local y se vuelve uniformado y aquí sí que creo que las tiendas propias de las ciudades forman parte de su atractivo. Santa Eulalia contribuye a esa oferta especial de Barcelona.
–¿Cuál es el perfil de los establecimientos que hay en el Paseo de Gracia? ¿Ha cambiado mucho?
–Ha pasado de ser la calle comercial más importante de la ciudad a ser una gran calle comercial a nivel internacional. Su oferta y su demanda, sus clientes y sus tiendas se han internacionalizado. Además, Paseo de Gracia tiene cosas que otras calles comerciales del mundo no tienen: mezcla de tiendas de lujo (40%) con tiendas que no lo son y además tiene edificios Patrimonio de la Humanidad, museos y restaurantes.
–¿Y qué sea una de las calles comerciales más caras está dejando fuera a los empresarios locales?
–Que los alquileres estén tan altos pone mucha presión y dificulta a los operadores independientes el poder estar en el paseo. Ésta ha sido la causa por la que quedamos tan pocos operadores locales.
–¿Si no fuera por el turismo, la situación de las tiendas del paseo hubiera sido muy diferente?
–El turismo en Barcelona ha sido una verdadera bendición. En los momentos más agudos de la crisis, la bajada del cliente local fue muy acusada y esto vino compensado por el crecimiento del turismo. Gracias a éste, muchas tiendas pudieron pasar las crisis con menos problemas y Barcelona pudo mantener su nivel de actividad.
–¿Le parece bien el modelo turístico implantado en Barcelona?
–Es un modelo de éxito, que funciona, aunque quizá hay que hacer algunas correcciones: algunas zonas de la ciudad tienen demasiada presión turística, quizá hay que apostar por un turismo más que por otro, o reorganizar los lujos. En la base, es un modelo de éxito que quizá ha de readaptarse, pero perderlo sería un error.
–¿Es clave adaptar los horarios comerciales a este turismo?
–Se entiende mal que los domingos, por los menos en los meses más turísticos, el centro de Barcelona esté cerrado y hay que hacer un esfuerzo para adaptarse a esta demanda, sobre todo los domingos de la campaña turística.
–¿Qué le parece la reforma del Paseo de Gracia?
–Es la mejor que se podía hacer. La última reforma fue en 1974 y el paseo estaba en un estado lamentable. Barcelona no se lo podía permitir. Ahora tenemos un Paseo de Gracia magnífico y esperemos que no se estropee con en el nuevo gobierno municipal en cosas como el top manta, la seguridad... Espero que entienda que hay cosas que preservar. Paseo de Gracia representa el 27% de las compras que los turistas extracomunitarios hacen en España, lo que da una cifra del volumen económico que da el paseo, por lo tanto hay que cuidarlo.
–Me hablaba del nuevo gobierno. ¿Qué expectativas tiene?
–Hemos pedido una reunión pero no ha habido respuesta. Parece que atender a las asociaciones de comerciantes no es una prioridad. Los mensaje que hasta ahora han lanzado son inquietantes. El dar importancia al factor de convivencia en la vía pública parece que ha dejado de ser una prioridad. Desde la llegada de Colau ya se ha notado un cambio a peor, por ejemplo en el tema de los top manta. Tampoco ha mostrado mucho interés por según que inversiones que deben hacerse en Barcelona y eso puede ir desgastando la marca Barcelona. Muchas decisiones tomadas en la dirección equivocada, como la moratoria de hoteles en el Ensanche, pueden acabar laminándola. Los mensaje que ha dado el nuevo gobierno van en una dirección que yo creo que es errónea. Ir quitando gas al motor económico de la ciudad, no solo la turismo, es una equivocación.
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