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Graupera se queda solo ante los recelos iniciales de ERC y el PDeCAT

El filósofo y periodista impulsará su proceso de primarias pese a la negativa de los partidos soberanistas

El filósofo y periodista Jordi Graupera en una imagen reciente
El filósofo y periodista Jordi Graupera en una imagen recientelarazon

Jordi Graupera tiene una concepción muy particular del tablero político catalán, escenario de una partida de dominó en la que las fichas van cayendo una detrás de la otra.

Jordi Graupera tiene una concepción muy particular del tablero político catalán, escenario de una partida de dominó en la que las fichas van cayendo una detrás de la otra. Las primeras han sido Demòcrates, Solidaritat y Reagrupament, que ya se han sumado a su propuesta de integrar una candidatura independentista unitaria para tratar de llegar a la Alcaldía de Barcelona. Y las segundas deben ser Junts per Catalunya, el PDeCAT y Esquerra, por este orden.

Una estrategia muy complicada dadas las reticencias que ha despertado su figura en el seno del independentismo y las críticas que él mismo ha lanzado contra los dirigentes del procés. «Hay una brecha entre quien defendió el 1-O y sus políticos», resume en «Una proposta per a Barcelona», libro que ha publicado con la editorial Destino.

«La cultura del catalanismo ha llegado a su límite. Lo más lejos donde se podía llegar como personas y como comunidad es al día anterior al referéndum del 1 de octubre. Al día siguiente se produjo una ruptura entre la política institucional y de partidos y la gente», relata Graupera, quien asegura que las formaciones tradicionales llegaron al 1-O «quemadas».

Un diagnóstico que utiliza para impulsar su propio proceso de primarias abiertas con el que busca armar y liderar un frente independentista que descabalgue a Ada Colau de la alcaldía de Barcelona en las próximas elecciones municipales.

«No necesitamos a los partidos para montar unas primarias», resumió esta semana ante la negativa del PDeCAT, Junts per Catalunya y ERC de adherirse, además del rechazo inicial de la CUP. Sin embargo y pese a sus críticas a las formaciones tradicionales, Graupera las necesita y les abrirá la puerta hasta el último momento. Por ello, explica que los partidos podrán sumarse más adelante a las primarias, a pesar de que el proceso ya haya empezado. «Estaremos abiertos hasta el último momento a que se incorporen», señala el filósofo y periodista.

De hecho, esta semana se ha reunido con el líder municipal de ERC y alcaldable republicano, Alfred Bosch, y con Òmnium Cultural, para tratar de acercar posiciones. A su juicio, Esquerra muestra su rechazo a sumarse a la candidatura unitaria independentista que él promueve por las expectativas electorales que sitúan a los republicanos muy cerca de la alcaldía de la capital catalana.

Por su parte, la candidata del PDeCAT al Ayuntamiento de Barcelona, Neus Munté, defiende una lista unitaria para hacer frente al «populismo», en referencia a Ada Colau, y a «el unionismo más recalcitrante» en alusión a la posible candidatura de Manuel Valls. Sin embargo, la líder postconvergente no parece estar dispuesta a retirarse de la lucha por liderar la lista y su ofrecimiento parece ir dirigido sólo a ERC, su rival más directo.

Ante estos movimientos tácticos dentro del bloque independentista, Graupera añade un elemento más: los candidatos que se presenten a sus primarias, las pierdan pero logren un 15% de los votos como mínimo, pasarán directamente a la lista electoral. También critica duramente la «gestión nefasta» de Barcelona en Comú y apunta hacia Ada Colau.