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Gritos de libertad en Temporada Alta

El festival presenta su nueva edición marcada por los grandes creadores internacionales

Imagen de «Moving with Pina» homenaje a la genial coreógrafa Pina Bausch por parte de una de sus bailarinas. Foto: Ursula Kaufmann
Imagen de «Moving with Pina» homenaje a la genial coreógrafa Pina Bausch por parte de una de sus bailarinas. Foto: Ursula Kaufmannlarazon

El festival presenta su nueva edición marcada por los grandes creadores internacionales.

La libertad de expresión no es decir lo que a uno le dé la gana, porque tampoco la libertad es hacer lo que a uno le dé la gana. La libertad de expresión es que la expresión provoque, promueva o fagocite dicha libertad. Por tanto, la libertad de expresión es un fenómeno intrínseco a todo ejercicio artístico, y las artes escénicas son unas de las más capaces de provocar, promover y fagocitar. Exacto, la libertad de expresión no es decir lo que a uno le dé la gana, sino provocar a que no haya miedo a que así sea.

El Festival Temporada Alta abrirá el próximo 5 de octubre un evento cuyo director, Salvador Sunyer, insistió en decir que estará dedicado en reivindicar la libertad de expresión. La tensa y provocadora «Isabella’s room», de Jan Lauwers Needcompany, será la encargada de abrir un año que incluirá 97 espectáculos.

Hasta el 10 de diciembre se podrán ver las últimas obras de nombres como Les Ballets C de la B, Jan Fabre, Àlex Rigola, Thomas Ostermeier, Claudio Tolcachir, Slava Polunin, Marta Carrasco, Angélica Liddell, Théâtre des Bouffes du Nord, Carlota Subirós, Guy Cassiers, La Calòrica y Carla Rovira, entre otros. «Queremos ser un espejo de lo que ocurre en el mundo», afirmó ayer Sunyer, que anunció montajes relacionados con el feminismo, el papel de la prensa, el racismo y los malos tratos, sin olvidar temas como la muerte, el amor y la familia.

Temporada Alta contará con montajes internacionales, 20 producciones de 12 países, entre los que destacan una particular «Traviata», del Théâtre des Bouffes du Nord; el espectáculo «Requiem pour L.», de Alain Platel y Fabrizio Cassol de Les Ballets C de la B; «Uncanny Valley» de Rimini Protokoll, sobre el papel de los robots, y «Kassandra», un texto del uruguayo Sergio Blanco.

También habrá una nutrida presencia de espectáculos de autoría catalana, otro de los objetivos del festival. Dentro de las producciones propias y las coproducciones que presentará el festival estará «Macho man», de Albert Rigola; «La néta del senyor Linh», de Guy Cassiers con Lluís Homar; «L’omissió de la família Coleman», de Claudio Tolcachir, y «Els ocells», de La Calórica.
El director del Festival también destacó lo que será la Semana de los Programadores, en la que en los últimos años han asistido unos 300 de todo el mundo, y que demuestra que Temporada Alta es un referente de programación y de conexión con las tendencias teatrales. En total, el festival contará con un presupuesto de 3 millones de euros, en una edición en la que vuelve a colaborar el Ministerio de Cultura, pero recordó que festivales como el de Aviñón su presupuesto puede dispararse hasta los 15 millones, con lo que todavía hay mucho camino por recorrer.

Apoyo a Lluís Pasqual

Para Sunyer, la dimisión de Lluís Pasqual ha sido un hecho desagrable. «No es lo más agradable dirigir una institución teniendo a alguien en contra», asegurando que hay que dejar de discutir el quién dirige los equipamientos culturales y empezar a pensar mejor en cómo darles más músculo. «Cuando lo tengamos claro, ya nos centraremos en el quién», dijo. El mismo Sunyer fue una de las más de 200 firmas de grandes nombres de las artes escénicas que apoyaron a Pasqual en un manifiesto. El propio Lliure hacía público ayer todavía más nombre.

Otro de los que quiso mostrar su apoyo aboluto a Pasqual fue el Festival Grec, que agradeció ayer su «maestría» y su apoyo al evento barcelonés, deseándole «lo mejor», tanto a él como al mismo Lliure, que ahora ha quedado en serio desequilibrio. En declaraciones a Efe, el director del festival Grec, Cesc Casadesús, mostró su respeto profesional hacia Pasqual y su tristeza «porque se haya marchado de esta manera del teatro». Para Casadesús, su dimisión«nos debe llevar a reflexionar sobre la indefensión que se puede sentir ante determinadas corrientes de opinión y las redes sociales”».

Por otra parte, destacó la estima que siente hacia el Teatre Lliure del que espera que «todo lo ocurrido no signifique una mala deriva de la institución». Para Casadesús, «el Lliure tiene una trayectoria muy fuerte y deberíamos ser capaces de seguirla manteniendo». La respuesta a este deseo vendrá el próximo 14 de septiembre con la nueva reunión de su patronato.