Arte, Cultura y Espectáculos
«Hemos de revitalizar la imagen de Miró y poner al público en primer lugar»
Marko Daniel, nuevo director de la Fundación Miró, explica su plan estratégico y sus conexiones sentimentales con el artista.
Marko Daniel, nuevo director de la Fundación Miró, explica su plan estratégico y sus conexiones sentimentales con el artista.
¿Qué lleva al jefe de programas públicos de la Tate Modern y la Tate Britain ha concursar para ser el nuevo director de la Fundación Miró? Hay varias razones, como estar casado con una gironina o haber dedicado su doctorado a «la batalla por la propiedad cultural en la Guerra Civil española», que le llevó varios meses a Barcelona a investigar con una beca de la British Academy. Experto en arte contemporáneo chino y catalán, en 2011 ya estuvo en contacto con la Fundación, y su actual directora, Rosa Maria Malet, para comisariar la exposición «Joan Miró. La escalera de la evasión». «Estuve varios años en Taiwan en la Taipei National University of the Arts y allí pude comprobar la fuerza de MIró, un artista que hizo de su búsqueda por lo hiperlocal su modo para estar abierto a todo el mundo. El primer libro de arte moderno que entró en China fue precisamente de Miró», comentó ayer el inglés Marko Daniel, que el 2 de enero se hará cargo de la dirección de la Fundación Miró en sustitución de Rosa Maria Malet, gran representante de la institución los últimos 37 años.
El flamante nuevo director pasó ayer por la institución para presentar los ejes principales de su plan estratégico que ha de llevar a la fundación a los fastos de su 50 aniversario dentro de una década. Dos son los puntos principales en su aproximación a la nueva forma de trabajar del centro artístico. Por un lado, revitalizar la figura de Joan Miró, a veces cosificada por los tópicos y dada por supuesto en su propio territorio, y por otro poner al público en primer lugar, mimarlo para que quiera volver una y otra vez y encontrando fórmulas atractivas y programas interesantes que atraigan a nuevos públicos. «Nadie puede creer que conoce a Miró, porque no sólo hay un Miró, hay muchos, y hemos de trabajar en presentar todas estas diferentes facetas que lleven al público a entender que siempre habrán cosas apasionantes que descubrir si se visita la fundación», comenta Daniel.
El nuevo director no sólo quiere que el público «se sienta cómodo y a gusto en la institución», sino que incluso «sienta que la fundación también es suya». «Para ello tendremos que pensar en programaciones coherentes e integradoras, que hagan de las exposiciones temporales, la colección permanente, los programas infantiles y educativos y las iniciativas de investigacióna las bases para crear un discurso que nos descubra siempre nuevas formas de conocer a Miró», señala Daniel.
Confianza en el equipo
El nuevo director aseguró que no piensa traer nadie de su confianza para liderar este proyecto y que confía plenamente con el equipo de la institución, con el que se reunirá en los próximos días para ver los puntos fuertes y los flocos de la fundación. «Hablaré no sólo con los jefes de área, sino con todos para conocer mejor el funcionamiento interno de la institución y cómo podemos trabajar para lograr nuestros objetivos», señala Daniel.
El presidente del patronato de la entidad, Jaume Freixa, presentó al ganador de un concurso al que se presentaron 18 candidaturas y que se decidió por unanimidad. La propia Malet se alegró de que Daniel fuera su sustituto, tras la buena relación que mantuvieron durante la exposición «La escalera de la evasión». Malet no abandonará del todo la institución, ya que entrará en el patronato de la institución y seguirá certificando la autenticidad de la obra gráfica de Miró.
En 2025 se celebrará el 50 aniversario de la Fundación Miró y todo parece encaminado para que la institución pueda crecer no tanto en espacio sino en capacidad e implicación internacional con el lederazgo de Daniel.
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