Más policía en el Metro de Barcelona por el riesgo de amenaza yihadista

Después de ver como Occidente daba la bienvenida a 2016 con medidas de seguridad extremas –en Bruselas y París se suspendieron los juegos artificiales y en Nueva York se detuvo a un hombre que presuntamente tenía intención de aguar la fiesta de Fin de Año con un atentado–, Barcelona también ha incrementado la vigilancia en al Metro por riesgo de atentados yihadistas. El conseller de Interior en funciones, Jordi Jané, informó ayer de que con el cambio de año se han aumentado los efectivos policiales por precaución, después de las numerosas detenciones que han tenido lugar en Bruselas de supuestos yihadistas que pretendían atentar en la Grand Place la noche de Fin de Año.

Interior, en coordinación con el Ayuntamiento de Barcelona y el Ministerio de Jorge Fernández, que ya reforzó el dispositivo de Fin de Año, ha aumentado en ochenta el número de agentes que se ha desplegado en el laberinto del Metro de Barcelona, respecto al año pasado.

Desde este fin de semana, también se pueden ver efectivos del Área de Brigada Móvil o de las Áreas Regionales de Recursos Operativos en los andenes de las estaciones con armas largas, un hecho que no es usual, pero que las circunstancias lo requieren. «La máxima alerta existe y debemos estar activados», explicó el conseller. La alerta terrorista en España se mantiene en nivel 4 sobre 5.

Las medidas de seguridad también se pudieron comprobar ayer en la frontera con Francia. El Servei Català de Trànsit informaba de que a las cinco de la tarde de ayer había 20 kilómetros de cola entre Pont de Molins y la Jonquera en la AP-7 en sentido norte. Las largas colas se mantuvieron durante toda la tarde.

La gendarmería francesa redujo la circulación a un solo carril y para algunos vehículo para someterlos a revisión.