Barcelona
Jóvenes migrantes se rebelan contra los políticos que los utilizan como “arma electoral”
La asociación Exmenas invita a ayuntamiento y vecinos a dialogar: “¿Por qué hablan de nosotros y no con nostros?”
Los menas acusan a los políticos de romper el pacto par ano estigmatizar a los menores migrantes en campaña
Yassine llegó con 16 años a la costa andaluza después de una travesía de 26 horas en el mar. “Fue muy duro”, recuerda. Dejó su pueblo, en Marruecos, porque quería estudiar y su familia no tenía recursos. Hoy tiene 19 años y aún lleva la etiqueta de exmena (menor extranjero no acompañado). Tras pasar por un centro de la Dirección General de la Atención a la Infancia y a la Adolescencia (DGAIA), ahora vive en un piso del Servicio de Atención Especializada a Jóvenes, en Amposta, donde se forma para ser educador y cumplir con el sueño que le llevó a emigrar. “No he venido de vacaciones, vengo a buscar un futuro mejor”. Como Lamiae, Iman, Aouatif, Abid, Ridouan y Shumon, los jóvenes agrupados en la Asociación Exmenas que ayer organizaron una Rueda de Prensa para pedir a los políticos que dejen de utilizar a los menores migrantes como arma electoral.
El 1 de abril, todos los partidos políticos con representación en el Parlament de Cataluña firmaron un acuerdo en el que se comprometían a tener un debate “responsable sobre la inmigración y contra el racismo y la xenofobia”. Pero la gestión de la acogida de menores migrantes ha acabado irrumpiendo en la campaña.
Vecinos de Rubí se han alzado contra la creación de un centro de acogida para menores extranjeros no acompañados en el municipio y la alcaldesa socialista, Ana María Martínez, se ha puesto de su lado. La conselleria de Asuntos Sociales propuso reconvertir un hotel en desuso de Rubí en centro de emergencia de acogida para menas. Tenía previsto trasladar allí a 70 jóvenes que están provisionalmente en un hotel de Sant Just Desvern en junio. Pero los vecinos se han revelado y la alcaldesa se ha puesto de su lado. Ha paralizado las obras para condicionar el viejo hotel en centro de acogida y pide a la Generalitat que frene el proyecto. Alega que no informó al municipio de sus planes.
Los exmenas califican su respuesta de “racista e insensible”. Admiten que “la situación es difícil”. En el último año, han llegado a Cataluña 4.075 jóvenes migrantes solos y este año, la previsión es que lo hagan 5.500. Si bien agradecen la acogida que les brinda la Generalitat, admiten que faltan más recursos, que las condiciones en los centros de acogida “no son buenas” y reclaman que los educadores deben usar un plan de trabajo personalizado para cada menor. No esconden los datos que los Mossos d’Esquadra dieron hace quince días, que el 18% de los menas ha delinquido y algunos son muy reincidente, pero reivindican que el 82%, entre los que se encuentran ellos y Yassine, no comete ningún delito.
Al candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Josep Bou, le invitaron a preguntarse “¿por qué venimos aquí?”, “¿cuáles son las historias que nos hacen venir? “ y si “es consciente de lo que puede suponer para nosotros regresar a nuestro país”, después de afirmar que el problema de los menas se ataja repatriándolos a su casa.
Tampoco se libró el candidato de ERC, Ernest Maragall, a quien acusaron de organizar un torneo de fútbol con ellos sin advertirles de que se trataba un acto de campaña. “Sólo buscaba la fotografía”, lamentaron.
Y a Ada Colau le reprocharon que hay aumentado redadas de la Guardia Urbana en Ciutat Vella ahora que se acerca el 26-M.
En nombre de los exmenas, Aouatif dejó a los políticos la siguiente pregunta: “¿Por qué hablan de nosotros y no con nosotros?”.
“Nadie deja a su familia y su hogar sin un motivo”, dijo, antes de invitar a los ayuntamientos y vecinos a dialogar después de los incidentes de Rubí y los asaltos a centros de menores de Castelldefels o Canet de Mar.
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